La Concha de Oro, codiciada por lo mejor de los festivales de Sundance y Toronto.
La película danesa "Fear me not" y la estadounidense "Frozen River", han llegado a la Sección Oficial avaladas por la buena crítica en los festivales de Toronto y Sundance respectivamente.
Tras su paso por el Festival de Toronto, Kristian Levring, uno de los padres del cine Dogma, muestra Fear me not dentro de una Sección Oficial del Festival de San Sebastián, que también apuesta por la última promesa llegada del Festival de Sundance, Frozen River, de la debutante Courtney Hunt.
Kristian Levring plantea en Fear me not un interesante reto psicológico lleno de violencia contenida y encarnado en Michael, un convencional padre de familia que se encuentra inexorablemente desligado del entorno que le rodea.
Al iniciar un ensayo clínico con un nuevo antidepresivo, este particular Jekyll y Hyde del cineasta danés encuentra en los efectos secundarios del medicamento la perfecta coartada moral para destruir paso a paso todas las ataduras sociales que le incomodan.
Un personaje, interpretado por Ulrich Thomsen, protagonista del primer ejemplo de cine Dogma, Celebración, que despertó las risas cómplices del público en la primera proyección de la cinta.
Las máscaras son necesarias en la vida
"Así lo quería. Buscaba que el espectador conociera a Michael como un hombre normal, y que luego iniciara con él un viaje sin saber hasta dónde van a acompañarle", ha explicado Levring.
"Cuanto más lejos llegue ese viaje del espectador, más tendrá que pensar sobre sí mismo al final del filme", asegura el cineasta, fascinado desde la infancia por la adaptación cinematográfica que Jean Renoir hizo del personaje literario de Stevenson y seguro de que "las máscaras son imprescindibles a la hora de sobrevivir en la sociedad actual".
El director muestra el devenir de los acontecimientos con meditada ambigüedad "para que el espectador saque sus propias conclusiones" a partir de un relato visual de cuidada fotografía y tendencia a lo gótico.
La inmigración ilegal en una reserva americana
Una complicada situación económica y familiar lleva a la protagonista de Frozen River a involucrarse en una red de contrabando en una reserva india situada entre Nueva York y Canadá.
El debut de la estadounidense Courtney Hunt llega avalado por el certamen cinematográfico de Robert Redford y sustenta parte de su fuerza en sus dos interpretaciones femeninas, la de Melissa Leo, en la piel de una madre de dos hijos abandonada por su marido ludópata, y la de Misty Upham, quien da vida a una nativa americana que vive en dicha reserva, sin leyes ni fronteras establecidas.
"La historia de solidaridad entre dos mujeres durante un viaje duro y largo que emprenden juntas" atrae la atención de la directora, quien aborda de forma tangencial un tema como la inmigración ilegal, "que no suele abordarse en los medios de comunicación estadounidenses, ni en las agendas de los actuales candidatos a la presidencia, a pesar de ser una realidad presente en el país".
Por ello, la "desesperación creciente" que viven estos dos personajes descubre también las contradicciones de un lugar, "que bien podría ser España o cualquier otro país desarrollado, en el que se reclama la seguridad en sus fronteras pero donde nadie quiere desempeñar determinados trabajos", ha denunciado Hunt tras la proyección de este primer trabajo cinematográfico.
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