Rosales enciende la polémica en San Sebastián
- Tiro en la cabeza provoca críticas encendidas y encendidos elogios
- El estilo artístico utilizado, el principal punto de discusión
- Palabras duras para atacar la película de Rosales
- Savater dice que el cineasta "no sabe nada sobre el problema de ETA"
- Las asociaciones de Guardias Civiles critican la película sin haberla visto
Algun espabilado dirá ahora "lo sabía", pero lo cierto es que hasta ahora sólo "se suponía". Después de la proyección de la película de Jaime Rosales, Tiro en la cabeza, en el festival de San Sebastián, ya se puede estar seguro de que la película provoca fuertes controversias, palabras gruesas y pasiones a favor y en contra, seguramente más intensas y en un mayor número de planos de lo que se podía intuir.
Porque no sólo se discute el posible mensaje de la película, sino también el lenguaje utilizado. Mejor, sobre todo se discute el lenguaje utilizado.
Pero, dirá el cineasta catalán, el que avisa no es traidor. Ya contaba a RTVE.es antes del festival que buscaba "desconcertar al espectador" con la película y que lo haría a través de "una experiencia cinematográfica nueva" para el espectador, "desde un lenguaje muy radical".
Ataques y defensas encendidas
En San Sebastián hubo silbidos, pateos y aplausos. Un día después, el repaso a los medios refleja también la disparidad de opiniones y el intenso debate, lejos muchas veces de los matices.
Para Javier Tolentino, director de "El Séptimo Vicio", de Radio 3, "esa polémica yo creo que además de buena es intensa y real". Lo dice desde San Sebastián en el blog del programa , en el que confiesa que le "gustaría ver esta película en el palmarés".
En El País, Carlos Boyero despedaza la película (y, de paso, lanza sus puyas al "transgresor" Rosales): "todo lo que me cuenta Rosales me provoca un tedio excesivo, pero también lo que pretende sugerirme, o lo que me oculta"; la película es "tan estéril como pretenciosa".
Nando Salvá, desde El Periódico, defiende a Rosales, explicando que "humaniza al terrorista", lo que no significa que "lo defienda". Y que la película "nos exige demasiado", pero que "nadie dijo que el arte hubiera de ser fácil". Concluye que no le desagrada ser "cobaya de Rosales".
Carlos Pumares, en La Razón, hace una crítica que mezcla lo técnico y el contenido (si es posible separarlo en la crítica de una cinta), pero que se resume en pocas frases: que es "pedante, incomprensible y aburrida" y que "todas sus carencias expresadas en largos planos inmóviles producen tedio".
Como un documental de La 2
Rodríguez Marchante, en su blog en ABC, dice que Tiro en la cabeza "es intratable desde el patio de butacas, es una película que se padece mientras se ve (desde el aburrimiento hasta la indignación), pero que a medida que te alejas de lo menos grato de ella (o sea, verla), la película se agranda, se hace elocuente y lúcida".
En El Diario Montañés se compara la película a "un documental sobre naturaleza en los que siempre se busca que la cámara no interfiera la acción. Una experimentación que tiene un peligro: es muy difícil que un espectador se enganche a una película que muestra de lejos la vida cotidiana de un tipo".
Pérez de Albéniz, en soitu.es, carga contra ella: "Sopores aparte, 'Tiro en la cabeza' es una película feísta. Es fea la fotografía, los planos, el montaje¿ Y resulta espeluznante la sustitución de la monstruosidad por la naturalidad. Una austeridad visual, sonora y moral que desemboca en el aburrimiento, primero, y en un siniestro intercambio de damnificados, después. ¿Es una víctima el asesino?".
Hay quien piensa que "cualquier polémica que pueda surgir en torno a Tiro en la cabeza no tendrá su origen tanto en su contenido o en el tratamiento dado a los terroristas, sino en su fallido resultado final".
Fernando Savater la considera "un tostón"
Sin embargo, el filósofo Fernando Savater, ha asegurado que "es una película fallida, que quiere dar una lección al mundo y se revela que el director es un incompetente en esas cuestiones [refiriéndose a ETA]", y la ha criticado porque Rosales "no sabe nada sobre el problema de ETA", y por eso la cinta es una "pretenciosidad vacua" y "un tostón".
Un portavoz de la Unión de Guardias Civiles (UGC) ha criticado la película por mostrar al terrorista como un personaje normal. José Manuel García, en declaraciones recogidas por Servimedia, ha destacado "que los miembros de ETA actúan así para no levantar sospechas, lo cual no quiere decir que sean personas normales", y ha dicho que "seguramente Jack el destripador" también tuvo un "comportamiento social" que no llamaba la atención.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha señalado que "no es normal" que los miembros de la banda terrorista ETA asesinen a otras personas para tratar de conseguir sus objetivos.
En ninguno de estos dos últimos casos los portavoces habían visionado la película.