Javier Fesser apunta al Opus Dei en 'Camino', su radical conversión cinematográfica
- Javier Fesser abandona la comedia surrealista por el melodrama
- Presentada en Sección Oficial también la canadiense Maman est chez le coiffeur
- La cinta de Fesser se inspira en una niña fallecida con 14 años por una grave enfermedad
- Una madre y un entorno religioso opresivos coartan los sentimientos de la protagonista
- Más información en el Especial del Festival de cine de San Sebastián
Aunque Javier Fesser no considera haber cambiado su esencia cinematográfica, ha sorprendido el giro al melodrama de su película Camino, ambientada en el entorno del Opus Dei y que el Festival de Cine de San Sebastián ha proyectado este jueves en su Sección Oficial junto a la canadiense Maman est chez le coiffeur.
Tras salir airoso de comedias como El milagro de P. Tinto o La gran aventura de Mortadelo y Filemón, Javier Fesser aduce a la pasión que arrastra la historia de Camino para adoptar un nuevo lenguaje en su cine, "que es el que requería" este cuento de amor y de muerte inspirado sólo en parte en la historia real de Alexia González-Barros, ha explicado este jueves el director.
La hija menor de una familia cuyos padres eran del Opus Dei falleció en 1985 a los 14 años de edad tras una dolorosa enfermedad y actualmente está en proceso de canonización.
Ella sirve de punto de partida para retratar a una niña de once años a la que se intenta inculcar el amor por la redención a través del dolor, en esta cinta que llega a las salas españolas el próximo 17 de octubre y que se ha hecho "desde el respeto y sin ambigüedades", según ha defendido Fesser ante los medios.
Una madre que provoca rechazo
En los sueños de Camino, rodados con la ambición visual de sus anteriores trabajos, se conectan elementos contradictorios: la presión que ejercen sobre ella los dogmas impuestos por su familia y los sentimientos incontrolables que nacen en su interior, al enamorarse de Jesús, aunque, para desgracia de su madre, no del hijo de Dios sino de un niño de su misma edad.
Así Fesser plantea a una especie de Alicia que huye de su desgarrador destino a través de un espejo onírico y catártico, tutelada por una mujer cuya devoción parece mantener bajo control al más visceral de los sentimientos, el maternal.
El personaje de la madre, interpretado por Carmen Elías, es el más definido del relato y a su vez el que aporta la universalidad buscada por Fesser, gracias al trabajo común con la actriz, que tuvo que trabajar "con el guión como enemigo, ya que sobre el papel, es fácil sentir rechazo por esa madre", tal y como explica el director.
Poco interés por 'Maman est chez le coiffeur'
De nuevo drama y familia en la Sección Oficial con la producción canadiense Maman est chez le coiffeur, de la directora suiza Léa Pool, que apenas ha suscitado interés entre los medios acreditados.
El repentino abandono de su madre replantea el futuro de tres adolescentes durante el verano de 1966, en especial para Élise, obligada a tomar las riendas de la situación ante la incapacidad de un padre superado por las circunstancias y el comportamiento destructivo de su hermano menor.
"Interesada y afectada" por esta misma situación, la directora sufrió un abandono similar en su infancia al igual que la guionista de la cinta, Isabelle Hébert y por ello ambas intentan reflejar "el drama de dos adultos a través de lo que sufren sus hijos", estimuladas por el reto de "justificar en la pantalla" la decisión de una mujer de alejarse de los suyos aun queriéndolos, "un tema tabú" en la cultura actual, ha explicado hoy la suiza.