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Evo Morales condiciona el acuerdo con las autonomías a la aprobación de la nueva constitución

  • Morales no creará autonomías hasta que no se apruebe la carta magna
  • Las regiones autonomistas se reúnen con el Gobierno
  • Las negociaciones siguen adelante en Cochabamba

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El presidente de Bolivia, Evo Morales ve "imposible" aplicar las autonomías regionales en el país si no se aprueba el proyecto de nueva Constitución Política del Estado que impulsa su Gobierno. "Va a ser imposible aplicar autonomías en el marco de los llamados estatutos autonómicos. Es ilegal y es inconstitucional", ha dicho el mandatario en Palacio de Gobierno.

Evo Morales, que se ha reunico con sus opositores, no ha logrado cerrar un acuerdo para superar la crisis en el país andino, aunque mantiene abierto el proceso de diálogo para intentar acercar posturas.

A pesar de que ambas partes se habían mostrado optimistas sobre la posibilidad de cerrar un acuerdo el jueves, finalmente no se concretó y Gobierno y opositores han decidido suspender unos días las negociaciones para volver a reunirse el próximo lunes.

La ciudad de Cochabamba, en el centro del país, ha vuelto a ser la sede de una sesión plenaria que reunió de nuevo en la misma mesa al presidente Morales con sus rivales autonomistas de las regiones de Santa Cruz, Tarija, Beni y Chuquisaca.

Gobierno y opositores insisten en que se han producido avances en las mesas técnicas del diálogo, pero aún existen diferencias notables en los dos asuntos "medulares" de la crisis boliviana: la compatibilización de las autonomías en el proyecto constitucional de Morales y el reparto de las rentas petroleras.

También ambas partes coinciden en mantener el diálogo "sin condiciones", pero los prefectos (gobernadores) de Santa Cruz, Tarija, Beni y Chuquisaca, han dicho que el único documento que firmarán es el que ponga fin al proceso de negociación. De este modo, ha quedado sobre la mesa la última propuesta de Morales para llegar a un acuerdo que permitiera convocar no más tarde del 15 de octubre el referendo constitucional garantizando el reconocimiento de las autonomías departamentales.

El Ejecutivo ha advertido, por su parte, que no está dispuesto a modificar el texto que aprobó la Asamblea Constituyente salvo para "corregir" el capítulo autonómico y recordó a los prefectos que su condición de autoridades "locales" no les da prerrogativa para exigir la revisión del proyecto de Carta Magna.

"No es posible que fuerzas políticas regionales ahora quieran aparecer como una fuerza como para poder movilizar la Constitución. No corresponde a realidad política", ha dicho el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.

El dinero del petróleo

Pero las mayores discrepancias de la octava jornada de diálogo se han dado, sin embargo, en el reparto de los ingresos petroleros, a pesar de que el pasado fin de semana se anunció que este capítulo estaba prácticamente acordado. Los dirigentes autonomistas reclaman al Ejecutivo la restitución de las rentas petroleras procedentes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) recortadas para pagar una ayuda directa a los ancianos.

Hoy, los prefectos plantearon una nueva propuesta al considerar "ínfimas" las cifras que les ofrece el Gobierno para distribuir estos ingresos pero garantizando el pago del bono a la vejez y pidieron que se incluyan en el reparto los dividendos de las empresas nacionalizadas por el Ejecutivo.

Pero el Gobierno rechazó esta oferta al considerarla una "propuesta privatizadora" y "neoliberal" que pretende debilitar a las sociedades nacionalizadas, entre ellas, varias petroleras y la empresa de telecomunicaciones ENTEL.

Todos estos asuntos seguirán siendo objeto de discusión en las mesas técnicas del proceso de diálogo, que continúa bajo la "vigilancia" de varios organismos internacionales. Entre ellos figuran la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), la Organización de Estados Americanos (OEA), embajadores de países vecinos como Brasil, Argentina, Chile o Perú, la Unión Europea y las iglesias católica, metodista y evangélica.

El proceso de diálogo entre Morales y el bloque autonomista se inició tras varias semanas de violentos conflictos en el país que dejaron al menos 17 muertos en la región norteña de Pando, que permanece en estado de sitio.