El Congreso de EE.UU negocia un plan de rescate financiero a la carrera para adelantarse a apertura de bolsas
Republicanos y dem
Legisladores republicanos y demócratas de Estados Unidos se han reunido casi sin pausa para hilvanar un plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares y aprobarlo antes de que abran las bolsas el lunes.
"Nuestro objetivo es anunciar un acuerdo mañana -este domingo- y votar el lunes", ha manifestado a la prensa Mitch McConnell, el líder de los republicanos en el Senado.
Las mismas señales positivas llegaron de Harry Reid, el líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta. "Esperamos que en algún momento, mañana por la tarde, podamos anunciar que ha habido algún tipo de principio de acuerdo, de forma que la única cosa que falte será poner el proyecto de ley por escrito", ha explicado Reid.
Jarro de agua fría
Pero una vez más los republicanos de la Cámara de Representantes, los más reacios a que se apruebe un paquete de rescate de Wall Street, echaron un jarro de agua fría al optimismo.
John Boehner, el líder de ese grupo, ha afirmado que aunque hay "buena voluntad" en las conversaciones, "aún quedan muchos temas sobre la mesa".
Y Roy Blunt, su negociador principal, ha afirmado que no aceptarán "fechas límite artificiales".
Intenta ayudar también en las negociaciones el candidato presidencial republicano, John McCain, quien en lugar de hacer mítines por el país se ha dedicado a hacer llamadas a sus colegas desde su oficina de campaña en Washington.
McCain no participará, sin embargo, en las reuniones en el Capitolio, ha aclarado el portavoz. En el último encuentro sobre las negociaciones en el que McCain estuvo junto con su rival demócrata, Barack Obama, no se produjeron resultados.
Negativa republicana
El jueves, acudieron ambos a una cita en la Casa Blanca con el presidente George W. Bush en la que los republicanos de la Cámara Baja se alzaron en armas contra el plan de rescate y en la que se llegó, literalmente, a los gritos, según algunos de los presentes.
Partidarios a ultranza del libre mercado, los republicanos del ala derecha del partido se oponen a la intervención pública, pese a que los propios mercados desean que el Gobierno meta mano y limpie los balances de los bancos con una inyección de capital. Sin embargo, desde el fiasco del jueves, las voces se han calmado y los republicanos de la Cámara Baja se han sentado a negociar con sus colegas.
Por su parte, Reid ha segurado que ha habido progresos "significativos" y en el mismo tono se ha expresado Bush en su alocución radial semanal.
El presidente ha aseverado que existe "un acuerdo general" sobre los principios del plan de rescate financiero, al tiempo que reconoció que muchos estadounidenses tienen dudas sobre el programa.
"Cuando el Gobierno les pide que paguen por los errores de Wall Street, no parece justo", ha manifestado Bush. No obstante, ha enfatizado que, si la Administración no hace nada para parar la hemorragia en los mercados financieros, el país podría sufrir una recesión "profunda y dolorosa" porque los bancos cerrarían el grifo del crédito para las empresas y los ciudadanos. "Toda nuestra economía está en peligro", ha advertido Bush.