Enlaces accesibilidad

El Congreso de Estados Unidos seguirá debatiendo el plan de rescate el fin de semana

Por

El Congreso de Estados Unidos, inmerso en la dura negociación del plan de rescate financiero, ha acordado seguir trabajando durante el fin de semana para alcanzar un consenso entre republicanos y demócratas.

Los legisladores también han descartado postergar el plan hasta después de las elecciones presidenciales del 4 de noviembre.

El presidente del Comité de Servicios Financieros, el demócrata Barney Frank, se ha mostrado convencido en que antes del próximo lunes, cuando reabren los mercados de valores, se habrá producido un acuerdo sobre la propuesta del Gobierno de lanzar un rescate financiero por un importe de 700.000 millones de dólares.

"Creo que se están haciendo progresos", dijo en una rueda de prensa la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi.

El presidente de EE.UU., George W. Bush, también se ha vuelto a mostrar convencido de que el plan de rescate se acabará aprobando y una vez salga adelante podrá calmar las turbulencias en los mercados.

Fuentes legislativas han dicho que los cuatro negociadores nombrados por el partido demócrata y republicano para acercar posiciones retomarán los contactos el sábado y descansarán esta noche, en la que se celebra el primer debate entre los candidatos a la Casa Blanca, Obama y McCain.

Los cuatro negociadores son los demócratas Chris Dodd y Barney Frank, y los republicanos Judd Gregg y Roy Blunt, este último perteneciente al grupo de republicanos más conservadores que se oponía con más dureza a la contundente intervención del Estado en los mercados.

Limando detalles del plan

Este grupo puso sobre la mesa un plan alternativo, que consistía en una combinación de recortes de impuestos y un seguro que cubra a la "deuda tóxica" de la banca, y que permita liberar este capital en los mercados.

Ante la pétrea oposición del ala más conservadora del Congreso, los líderes demócratas se mostraron abiertos a incluir algunas ideas de los republicanos, como los seguros para los títulos vinculados a hipotecas, aunque en ningún caso aceptarán la reducción de los impuestos que gravan las plusvalías financieras.

El negociador demócrata Frank también ha dicho que el departamento del Tesoro ha aceptado que se fraccionen los 700.000 millones de dólares que compondrán el monto total del paquete en varias partidas, en lugar de recibir autorización para su uso todo de una vez.

El Gobierno también ha accedido a poner límite a los salarios de los ejecutivos de las empresas que se beneficien del programa, a que se cree un mecanismo de supervisión y a que los contribuyentes obtengan derechos para la compra de acciones (warrants), según el mismo delegado.

Los demócratas también quieren dar potestad a los jueces para renegociar las hipotecas de personas que se han declarado en bancarrota para que puedan permanecer en sus viviendas. No obstante, Frank ha reconocido que ese asunto es "controvertido", dada la oposición de los republicanos.