Correa, un izquierdista católico practicante

La imagen del presidente de Ecuador, Rafael Correa, que se define como un izquierdista cristiano, es de seguridad e independencia, lo que, para sus detractores, es, más bien, el reflejo de una personalidad arrogante y prepotente.

Casado con la belga Anne Malherbe y padre de tres hijos, Correa ha hecho alarde de figura "no política" en un país en el que la ciudadanía, que se declara harta de los políticos tradicionales, hoy le dio un nuevo triunfo, según todos los sondeos, al aprobar la nueva Constitución que impulsó.

Nacido en la ciudad costera de Guayaquil el 6 de abril de 1963, Correa recuerda una infancia feliz pero con limitaciones económicas, que no le impidieron obtener su título de economista en la Universidad Católica de Guayaquil, dos maestrías en Economía en Estados Unidos y Bélgica, así como un doctorado en Estados Unidos. Habla cuatro idiomas

De verbo fácil, Correa domina el español, inglés y francés, mientras que se defiende en el quichua, idioma de los indígenas de Ecuador, que aprendió cuando trabajó con ellos como misionero voluntario en una comunidad indígena de la sierra andina.

Era casi un desconocido hasta que en 2005 fue ministro de Economía durante 106 días en el Gobierno de Alfredo Palacio, al que le resultó incómodo por su rechazo directo a la injerencia de organismos internacionales en las decisiones del país.

Fuera del Gobierno y pese a que bastantes analistas lo consideraban muy inmaduro políticamente, Correa encarnó para muchos las características del cambio que consideran que requiere el país para dejar atrás la desigual distribución de su riqueza.

Sus primeros pasos hacia la Presidencia, al frente del movimiento Alianza País, en la campaña de 2006, fueron vacilantes, pero según avanzó, sus dotes de líder causaron la preocupación de sus adversarios que ahora lo tienen como su mayor rival.

En busca de una asamblea de plenos poderes

En las elecciones de septiembre de 2006, Correa logró pasar a la segunda vuelta y en noviembre ganó al multimillonario Álvaro Noboa, del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN), y tomó posesión de la Presidencia el 15 de enero de 2007.

Inmediatamente convocó a los ecuatorianos para que autorizasen la formación de una Asamblea Constituyente y el 15 de abril de 2007, un 81,72% de los votantes dieron luz verde a la instalación de esa asamblea de plenos poderes.

El 30 de septiembre de 2007, Ecuador fue nuevamente a las urnas para elegir a los 130 integrantes de esa Asamblea, que se encargaron de redactar la vigésima Constitución del país andino, y los candidatos de los movimientos afines al Gobierno fueron los más votados.

Entre los testimonios que se recogen en su biografía se dice que su madre, Norma Delgado, recuerda que, cuando era pequeño, Rafael Correa le dijo que llegaría a ser presidente de Ecuador.

Gran aliado de Hugo Chávez 

El mandatario reitera que defenderá la soberanía nacional en el concierto internacional, en el que no oculta su simpatía por el presidente venezolano, Hugo Chávez, y su oposición a todo tipo de imperialismo.

Con Chávez, Correa no sólo comparte el sueño de construir una gran nación latinoamericana, sino la oposición al presidente estadounidense, George W. Bush, aunque ha aclarado insistentemente que respeta al pueblo estadounidense.

El político izquierdista acostumbra a no dejar pregunta sin respuesta, menos en el campo económico, en el que se mueve con agilidad, aunque también en el político ha demostrado gran habilidad y mucha ironía, que es una de las bases de la crítica de sus opositores.

Correa dice ser "de izquierda, pero no de una izquierda marxista, sino, como católico practicante", formado en "las sagradas escrituras y la doctrina social de la iglesia".

De aceleradas respuestas, Correa sostiene que la dolarización de Ecuador fue una "insensatez", pero que la mantendrá, porque sería, dice, "una insensatez mayor" abandonar ese sistema monetario.