"Los presupuestos para 2009 no son adecuados para la crisis porque no cuadran las cuentas"
- Expertos en Economía se muestran críticos con las cuentas presentadas por Solbes
- Creen que son poco realistas porque se basan en unos ingresos que no se van a producir
- RTVE.es ha consultado a tres catedráticos su opinión sobre los Presupuestos Generales
Ningún presupuesto tiene capacidad por sí mismo para salir de una crisis, pero puede ser más o menos adecuado para que ésta sea más breve o no haga tanto daño a determinados sectores. Y las cuentas presentadas por Solbes no son adecuadas, según los catedráticos de Economía consultados por RTVE.es. "No son creíbles", "se basan en escenarios poco realistas" o "no cuadran las cuentas" son algunas de sus afirmaciones.
Los tres expertos consultados coinciden en su visión crítica sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2009. Son Guillem López Casasnovas, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad Pompeu Fabra, Fernando Antoñanzas, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Rioja y Álvaro Anchuelo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos.
¿Cree que son adecuados para salir de la crisis los Presupuestos Generales del Estado presentados?
G.L.C. Son presupuestos de crisis sin duda, por lo que se espera que no la agraven. Pero no creo que puedan, ni deban, ser el instrumento en el que basar las esperanzas para salir de ella. La crisis española, amén de su componente financiero coyuntural, es estructural, de baja productividad, y por tanto de plazo mayor al ciclo presupuestario anual.
F.A. No creo que sean adecuados para salir de la crisis porque no cuadran las cuentas. El escenario macroeconómico no se ajusta a la realidad porque la evolución del PIB es probable que sea peor de lo previsto y el déficit mayor.
A.A. No, porque se basan en un escenario poco realista. Los presupuestos parten de la premisa de un volumen de ingresos que no se va a producir. Además se ha suprimido el impuesto de patrimonio, una medida que tiene un gran impacto en las cuentas y no va a los sectores de la sociedad más necesitados de recortes fiscales.
¿Considera suficiente la inversión en infraestructuras e I+D+i?
G.L.C. Dentro de la austeridad, es lo posible más que lo deseable. Esperemos que los retrasos en las ejecuciones no sean la manera de cuadrar liquidaciones para el control de los déficits de caja, con lo que el gasto corriente acabe substituyendo por la vía de los compromisos el gasto de capital de otro modo previsto.
F.A. Creo que se va a hacer un esfuerzo de inversión importante en obra pública y en I+D+i. Está medida de invertir en investigación y desarrollo tiene un efecto multiplicador para otros sectores económicos y sienta las bases para capitalizar la economía del futuro, aunque no va a tener efectos a corto plazo.
A.A. En mi opinión, tampoco es suficiente porque parte de los recursos de I+D+i se destinan al sector de la construcción y habría que destinar más dinero a la educación. En cuanto a las infraestructuras sobre el papel se va a invertir más, pero habrá que ver si no se congelan proyectos por falta de fondos y si se cumple con la ejecución.
¿Cree que serían necesarias otras medidas de contención del gasto como la congelación salarial de los funcionarios?
G.L.C. El adelgazamiento necesario no es retributivo si no de efectivos en la función pública.
F.A. A mi juicio, habría que congelar la subida salarial de los funcionarios. Una medida que ya se ha utilizado en otras ocasiones para cuadrar las cuentas, como hicieron los gobiernos de Aznar y Felipe González. Algunos ejecutivos autonómicos han hecho demagogia con la congelación de los sueldos de los altos cargos, pero si se congelase el sueldo a los empleados públicos el ahorro sería muy importante. Considero que, dado que tenemos seguridad en el empleo, deberíamos dar ejemplo.
A.A. No necesariamente, sería mejor recortar en la administración porque hay ministerios prácticamente publicitarios sin apenas competencias como el de Igualdad o Vivienda. Se podría reducir el número de carteras ministeriales y de asesores. Los empleados públicos, no son sólo oficinistas, estamos hablando de guardias civiles, médicos, profesores que en el caso de no actualizar sus salarios sufrirían una pérdida de poder adquisitivo de casi el 5%.
¿En su opinión cuadran las cuentas o considera que el escenario macroeconómico será peor y habrá un déficit superior al estimado?
G.L.C. El déficit previsible será mucho mayor que el previsto. El previsto ya se ha alcanzado. Pero entendamos que en la ceremonia presupuestaria las buenas intenciones son obligadas. Imagínense lo que de otro modo aduciría el partido en la oposición si se reconociera una previsión de déficit público mayor.
F.A. Está claro que no cuadran las cuentas, que el déficit será mayor y que la economía española no se comportará tan bien como está previsto en los PGE.
A.A. Habrá un déficit superior al estimado. El crecimiento no será tanto como se prevé con lo que otros indicadores sufrirán. El empleo se puede ver afectado y es posible que aumente la tasa de paro.
¿Cuál es su valoración general de los PGE?
G.L.C. En general, como economista, no les presto mucha atención. Siempre las mismas cantinelas, las intenciones de mejorar la efectividad del gasto, los escenarios presupuestarios más favorables dentro de lo que son las bandas de incertidumbre. Lo importante para la política económica que hoy España necesita son las medidas estructurales, que a veces ni pasan por el presupuesto, y la ejecución que se haga de éste.
F.A. Hay muchos gastos que tienen un componente de transferencia, porque son compromisos con el pasado, como el cheque bebé, que supone una cuantiosa partida y no debería consolidarse en las cuentas del Estado, dado que hemos cambiado de un escenario de superávit a uno de déficit. El dinero debería destinarse a invertir en partidas que tengan un efecto multiplicador en otros sectores y dinamicen la economía.
A.A. No son unos presupuestos muy creíbles, ni son los más adecuados. Se intenta aparentar que se toman muchas medidas pero no son las más eficientes. En general, ningún presupuesto tiene capacidad por si mismo de superar una crisis, sólo puede contribuir a que sea menos duradera o golpee menos a ciertos sectores.