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Aparecen miles de peces muertos en el Tajo, aunque descartan que se deba a un vertido tóxico

  • Desde el miércoles han aparecido miles de peces muertos en el paso del río por Cáceres
  • SEPRONA descarta que se haya producido un vertido tóxico
  • Se cree que se debe a un fenómeno de 'eutrofización'
  • La proximidad de la central nuclear de Alcaraz había sembrado dudas

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Las investigaciones que ha llevado a cabo el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil  descartan que la muerte el miércoles de miles de peces en el río Tajo a su paso por Romangordo (Cáceres) se deba a la existencia de cualquier tipo de vertido tóxico.

Tras los análisis realizados los técnicos de la Guardia Civil apuntan a la 'eutrofización'de las aguas'; es decir, un fenómeno natural por el cual se consume una gran cantidad de oxígeno, lo que ocasiona la muerte de la fauna piscícola de la zona.

Las investigaciones del SEPRONA han puesto de manifiesto la existencia de una gran cantidad de materia orgánica en suspensión en las aguas que favorece el crecimiento de las algas, lo que es indicativo de un proceso de 'eutrofización'.

Ya antes en esta misma zona de Romangordo, cercana al embalse de Arrocampo, se habían detectado fenómenos de eutrofización con anterioridad.

Aparición de miles de peces

La alarma había saltado por la aparición el miércoles de miles de peces muertos en el paraje denominado 'Playa de Extremadura', pertenencientes a diversas especies como barbo, carpa, black-bass, lucioperca y percasol.

La circunstancia de que la presa de Arrocampo, el embalse de refirigeración de la Central Nuclear de Almaraz , se encuentre muy cercano había despertado  todas las supicacias y así  desde la Plataforma de Afectados por la central nuclear de Almaraz se sospechaba de un vertido tóxico de la misma.

Su presidente, Máximo García, ha declarado que "habían visto mucha espuma en la zona, como si hubiera algún vertido, porque se veía más espuma de lo normal". Fuentes de la central de Almaraz lo habían negado, puntualizando que no había relación entre la muerte de los peces y su presencia en la zona.

Según la Delegación del Gobierno en Extremadura las investigaciones del SEPRONA han detectado concentraciones de oxígeno inferiores a tres miligramos por litro de agua, lo que las hace no aptas para la vida de los peces.