El Senado estadounidense aprueba el plan de rescate de Bush
- El paquete de medidas se ha aprobado por 74 votos a favor y 25 en contra
- Entre los senadores que han aprobado el plan estaban Obama y Mccain
- El Congreso votará de nuevo el viernes la aprobación definitiva del plan de rescate
Joe Biden, el senador demócrata candidato a la vicepresidencia de los Estado Unidos, llegará esta jueves por la noche al debate de Saint Louis, en la Universidad de Washington, con la tranquilidad del deber cumplido, salvo que la aspirante republicana Sarah Palin sea capaz de recriminarle cosa improbable- que el dinero de todos vaya a salvar la codicia de Wall Street.
Los padres de la patria como el senador Cristhopher Dodd que hablaba después de haber conseguido 74 síes como los de Obama y McCain frente a 25 votos negativos incapaces de parar la primera piedra del plan de rescate financiero- los senadores saben que la última explicacion pasa por taparse la nariz en favor del ciudadano de a pie, a quien supuestamente regalan 150.000 millones de propina a traves de eximir de impuestos a pequeñas empresas y colaborar al paro que este próximo viernes puede alcanzar al 7% de la población activa.
El resto es rezar y esperar a ver cómo los representantes actúan el viernes cuando sean convocados de nuevo a decir eso de donde dije digo, digo Diego. Si tocaran una coma de un texto que ha pasado de 100 a 400 páginas y que en total sacará de la caja de todos unos 850.000 millones de dólares, si tocasen una coma o un solo dolar, entonces la firma del presidente convirtiéndolo en ley debería de nuevo esperar a la aprobación definitva del Senado. Lo dicho, esperar y ver.
Se prevé que el proyecto de ley, con todas las modificaciones al texto original rechazado el lunes en la Cámara de Representantes, sea votado en esa cámara el proximo 3 de octubre, viernes, por la tarde.
"Si no actuamos, todo será más difícil"
Durante el debate, que comenzó alrededor de las 21.30 horas en España, los senadores pintaron un panorama sombrío si se rechazaba el plan, en momentos en que tanto los negocios como los consumidores afrontan restricciones de crédito.
"Estamos en una situación muy peligrosa, en la que las instituciones financieras en todo el país temen prestar dinero... Eso significa que si no actuamos será más difícil para los estadounidenses" conseguir préstamos, explicó Obama antes de la votación.
"Podríamos ver el cierre de miles de negocios, la pérdida de millones de empleos, a lo que seguiría una larga y dolorosa recesión. En otras palabras, ésta no es sólo una crisis de Wall Street, es una crisis estadounidense", advirtió el senador demócrata por Illinois.
Para ablandar a quienes se oponen al "rescate" de Wall Street en la Cámara Baja, el Senado incluyó medidas fiscales que benefician al ciudadano medio relacionadas con la protección de los depósitos bancarios, y acuerdos sanitarias.
El plan aumentó 349 páginas
Con todas las modificaciones, la "Ley de Estabilización Económica" pasó de 102 páginas en su versión original del lunes, a un total de 451 páginas. Pero el eje central del acuerdo es que el Departamento del Tesoro podrá adquirir la deuda dudosa de los bancos por importe de hasta 700.000 millones de dólares.
De ellos, tendrá 250.000 millones disponibles de inmediato y otros 100.000 millones si el presidente George W. Bush lo considera necesario. El Congreso puede retener los 350.000 millones restantes si no está satisfecho con el desempeño del programa.
Entre otros elementos, la medida elevó de 100.000 a 250.000 dólares la garantía que se aplica a los depósitos de los clientes bancarios, con el objetivo de mantener la confianza en el sistema bancario y evitar la fuga de dinero de una entidad a otra. La Comisión de Valores de EE.UU. también podrá suspender la práctica de contabilidad conocida en inglés como "mark to market", que permite a las empresas ajustar sus activos al valor del mercado.
Desde la Casa Blanca hasta los pasillos del Congreso, el mensaje ha sido el mismo: se cierra el grifo de los préstamos y eso tiene graves consecuencias para los hogares, fábricas, negocios, e incluso ciudades y municipalidades. La ciudad de Los Angeles (California), por ejemplo, ya afronta problemas para obtener financiación de obras públicas debido a las restricciones de crédito.
Repercusión internacional
La ralentización económica en EE.UU. también tiene repercusiones para las compañías internacionales por el alto volumen de importaciones. Los senadores reconocieron que la versión aprobada hoy no es perfecta pero al menos contiene protecciones para los contribuyentes y salvaguardas para supervisar la eficacia del plan.
El senador republicano Mel Martínez, que votó por el plan, afirmó que ya habrá tiempo, en la sesión legislativa que comienza en enero próximo, para evaluar la crisis y, sobre todo, debatir una reforma regulatoria del sector financiero.
Martínez recordó que la medida limitará las compensaciones de los ejecutivos empresariales participantes en el programa, y ayudará a mantener abierto el acceso a crédito. La escasez de crédito es preocupante si se toma en cuenta que la mayoría de los estadounidenses tampoco tiene un "colchón" de ahorros para capear crisis y sus salarios, por lo general, apenas cubren los efectos de la inflación.
La congelación del crédito no aqueja únicamente a Estados Unidos: también los bancos en otras regiones del mundo han restringido la concesión de financiación.