Enlaces accesibilidad

Hamburguesas y bocadillos, aliados contra la crisis

  • El 40% de los que comen fuera de casa han modificado sus hábitos de consumo
  • Se sustituye el menú entero por medio y se buscan establecimientos más baratos
  • Desde el mes de julio los restaurantes, cafeterías y bares ven cómo caen las ventas
  • Los establecimientos de 'fast food' se salvan de la quema e incluso crecen
  • Un 15% de trabajadores, sobre todo jóvenes, optan por llevarse la tartera de casa
  • ¿Y tú qué comes en tiempos de crisis?

Por

En tiempos de crisis, las familias españolas también aprueban sus particulares planes de rescate. Uno de los gastos básicos y del que no se puede prescindir es la comida. Pero cuando la hipoteca, los recibos y las facturas aprietan, se busca el ahorro donde sea.

Son muchos los trabajadores que se ven obligados a comer fuera de casa y comer todos los días de menú supone un gasto de unos 1.500 euros al año, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).  Ahora bien, si hay que sustituir el menú de primer y segundo plato con su postre y su café por un bocadillo, hamburguesa o sandwich con refresco, se sustituye.

Mientras los restaurantes, cafeterías o bares se resienten en esta época de vacas flacas, los establecimientos de 'fast food' se aprovechan de la crisis y hacen su particular agosto. Las tiendas de comida rápida ofrecen ofertas más que asequibles para los ciudadanos, que hacen malabares con el sueldo para llegar a fin de mes sin morir en el intento.

El precio medio de un menú es de 9'5 euros por lo que suprimir este gasto supone un ahorro mensual de 190 euros y, con la que está cayendo, que dirían muchos, ese dinero se emplea en pagar algún que otro recibo.

Un informe de la OCU sobre menús diarios indica que la ciudad más cara es Zaragoza, con un precio medio de 12,85 euros y la más barata es Málaga con una media de 7,55 euros.

El 40% de la población española que come fuera de casa ha variado sus hábitos, según la Federación Española de Hostelería. El adjunto a la presidencia, José Luis Guerra, ha asegurado a RTVE.es que desde el mes de julio están cayendo las ventas en los establecimientos hosteleros y que los clientes gastan menos. 

Comer medio menú en lugar de uno entero, sustituirlo por un bocadillo, acudir a restaurantes más baratos o ir con menos frecuencia son algunas de las estrategias para hacer frente a la crisis.

Este periodo de inestabilidad económica no sólo afecta al currito de a pie, los altos cargos también se aprietan el bolsillo. Según Guerra, las comidas de directivos y de negocios se han reducido un 15% en los últimos meses.

Los restaurantes "fast food", a flote durante la crisis

La crisis parece pasar desapercibida para los restaurantes de comida rápida. Continúan con sus planes de expansión y, en algunos casos, han aumentado su facturación.

Sus menús cuestan tres o cuatro euros más baratos y la gente se anima más a visitarlos. En los establecimientos de Burguer King las ventas han crecido un 9%, aunque fuentes de esta cadena han asegurado a RTVE.es que los datos no sólo hacen referencia a España sino al volumen de negocio en todo el mundo. 

La cadena The Eat Group, que engloba enseñas como Pans & Company, Bocatta, FresCo o Patafiore, entre otros, también perciben una tendencia del consumidor a acudir a restaurantes más baratos.

En la misma línea se muestra McDonals, que asegura que las previsiones de ventas para 2008 se están cumpliendo y esperan cerrar el ejercicio con un incremento del 8%. Para esta cadena, que cuenta con 385 restaurantes en todo el país, el compendio de calidad-precio es el secreto de su éxito.

La tartera, el complemento de moda en los centros de trabajo

La tartera o el tuperware con la comida de casa también se convierte en un buen aliado para sortear los golpes de la crisis. Son muchos los que ya no se permiten el "lujo" de comer  todos los días en un la cafetería o bar cercano al puesto de trabajo, así que se llevan de casa el menú ya listo. 

Lo confirman desde la Federación Española de Hostelería que sostiene que, según diversos estudios, el 15% de los trabajadores con jornada partida optan por la fiambrera. "Sobre todo, los jóvenes", asegura el adjunto a la presidencia de esta organización, José Luis Guerra.

En su opinión, muchas veces influyen factores subjetivos para que la gente decida ahorrar más. "Hay muchas personas que disponen del mismo dinero pero, influidos por el ambiente de psicosis económica, optan por gastar menos", sostiene. 

Juan, un trabajador de una multinacional con miles de empleados, cuenta a RTVE.es que desde hace unos meses ha aumentado el número de compañeros  que se llevan la comida de casa.

"Cuando llega la hora de comer son muchos los que sacan su tartera", asegura este joven, que ahora más que nunca valora los tickets de comida que le ofrece su empresa.

Alicia es una joven peluquera que, entre mecha y rulo, saca su tartera del bolso para comer. "Antes me escapaba corriendo al bar de la esquina para comer un menú en condiciones, ahora me preparo yo algo porque llego más apurada a fin de mes", se lamenta.

Menús poco variados y equilibrados

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha detectado carencias alimentarias en los menús del día de los restaurantes. Tras analizar 400 menús de 100 restaurantes de Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Vigo y Zaragoza, se ha determinado que los menús no son ni variados ni equilibrados.

El estudio ha detectado una carencia de legumbres y huevos en los menús del día, y el pan integral también es muy difícil de encontrar. Si se analiza el menú diario en una semana, sólo cuatro restaurantes de los visitados ofrecen todos los días un menú ajustado al ideal.

Un 73% de los restaurantes obtiene una mala calificación porque la frecuencia con la que ofrecen uno o varios de los platos imprescindibles no supera las dos veces a la semana.