Italia advierte de que no votará el documento propuesto por el G-7 sobre la situación económica

• El ministro de Economía italiano critica que es un texto "como si no hubiera pasado nada"
• Los siete países más industrializados del mundo se reúnen este viernes en Washington
• La reunión se ha convocado para analizar la situación económica actual

La reunión del G-7 podría terminar sin acuerdo. Mientras la atención mundial se centra en el encuentro que los siete países más industrializados del mundo mantendrán este viernes en Washington, Italia advierte de que puede que no se pongan de acuerdo.

El ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti, ha explicado que no firmará el documento propuesto en la reunión de ministros de Economía del Grupo de los Siete países más industrializados (G-7), reunidos en Washington para tratar sobre la situación económica.

"Se entrevé (en el documento) un texto escrito al viejo estilo, como si no hubiera pasado nada. Nosotros este texto no lo firmamos. O se presenta uno nuevo, con compromisos fuertes, o... bueno, pensemos en convencerlos (a cambiar la propuesta)", ha declarado Tremonti, desde Washington, a la televisión italiana Rai Uno.

Los ministros del G-7 (EEUU, Canadá, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania y Japón) se reúnen este viernes en Washington en paralelo a la Asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, y serán recibidos el sábado por el presidente de los Estados Unidos, George Bush.

Por otra parte, Tremonti ha señalado que los bancos "tienen dinero" y deben ponerlo "a disposición de las empresas, en función de su confianza", y ha anunciado que Italia podría tomar decisiones para mejorar el acceso al crédito de las empresas.

Actuarán por su cuenta si Europa no se pone de acuerdo

"Sobre esto debemos hacer algo más. Hemos esperado a la banca europea, la concertación en Europa. Si llega, bien, si no, haremos algo en Italia por nuestra cuenta, lo necesario", ha afirmado.

Los dirigentes de la Zona Europea se reunirán el próximo domingo en París para coordinar una respuesta a la crisis.