15 años de cárcel para el joven que asesinó a un hombre al empujarle a las vías del metro
- David Zafra empujó en el metro de Barcelona a las vías a un hombre de 52 años
- Los hechos ocurrieron en febrero de 2007
- Las imágenes de las cámaras de seguridad fueron la principal prueba en el juicio
- En ellas se ve como Zafra se sitúa detrás de la víctima y le empuja sin mediar palabra
- El hombre, sordomudo y vendedor de cupones, murió arrollado por un convoy
- El fallo incluye una indemnización de 120.000 euros para la hija del asesinado
La Audiencia de Barcelona ha condenado por un delito de asesinato a quince años y seis meses de cárcel a David Zafra, el joven que en febrero de 2007 empujó a las vías a un usuario del metro de Barcelona, que murió arrollado por el convoy.
En su sentencia, la Audiencia condena a Zafra por asesinato con la agravante de disfraz, por actuar con el rostro cubierto con la capucha del abrigo, y la atenuante de anomalía psíquica, dado que el jurado popular que lo juzgó consideró que padecía una esquizofrenia que alteraba de forma moderada sus facultades mentales.
La fiscalía y la acusación particular ejercida por la familia de la víctima pedían para el procesado una condena de 17 años y medio de cárcel, pero la sentencia le rebaja esa pena con el argumento de que su enfermedad "tiene una entidad considerable, a la vista del historial médico que obra en las actuaciones".
El fallo incluye también una indemnización de 120.000 euros para la hija del fallecido, que tenía 52 años, era sordomudo y trabajaba como vendedor de cupones de la ONCE. Sin mediar palabra
Los hechos ocurrieron en febrero de 2007 en la estación de metro de las Navas, en Barcelona. David Zafra, de 29 años, se colocaba detrás de Joaquín y sin mediar palabra le empujaba a las vías del metro. Justo después un convoy arrollaba al trabajador de la ONCE, que murió al instante.
El acusado tiene diagnosticada una esquizofrenia desde el año 1998 pero, según el jurado popular que lo juzgó, cuando mató al usuario del metro no era víctima de un brote psicótico o delirio que anulara por completo sus facultades mentales.
Además, según argumentó el tribunal en su veredicto, la enfermedad mental que padece el procesado -que los forenses calificaron de entre leve y moderada- no debía ser "tan grave", teniendo en cuenta que en su historial médico figuran sólo ingresos hospitalarios cortos, de escasos días.
Para determinar la autoría del crimen, los miembros del tribunal estimaron las declaraciones de los testigos presenciales, que desmontaron la versión de David Zafra de que fue detenido por error cuando se encontraba en la puerta del metro, después de que el verdadero culpable del crimen le obligara a ponerse su chaqueta y su mochila.