Pamuk critica en la Feria de Fráncfort la censura en Turquía ante el presidente Gül
- El novelista turco, premio Nobel en 2006, ha acusado a su país de "intimidar a escritores"
- El mandatario turco ha tratado de ser conciliador, reconociendo que "hay tareas pendientes"
- El discurso de Pamuk ha inaugurado la principal feria editorial internacional
El Premio Nobel de Literatura 2006 Orhan Pamuk ha mostrado una vez más su condición de intelectual incómodo en la inauguración de la Feria del Libro de Fráncfort, con críticas a la censura y a la persecución de escritores en Turquía, mientras el presidente turco, el islamista Abdulah Gül, asistía a la charla en primera fila y hacía después esfuerzos conciliadores.
Pamuk, que ha empezado su discurso recordando su primera visita a la feria con un tono estrictamente literario, poco a poco ha ido pasando al terreno de la política para centrar su atención en el espinoso problema de la opresión a los intelectuales.
"La tendencia del estado turco de prohibir libros y castigar a escritores lamentablemente sigue viva. Basándose en el artículo 101 del código penal, con el que se procura intimidar a escritores como yo, se acusa y se condena a cientos de autores y periodistas", ha dicho Pamuk.
Restricciones en internet
El artículo mencionado sirvió de base para un proceso que tuvo que soportar el novelista por recordar que durante el imperio otomano habían sido masacrados millones de armenios, un tema que a día de hoy sigue siendo un tabú en Turquía.
Pamuk ha contado, además, como para la escritura de su última novela (La maleta de mi padre, publicada en 2007) recurrió a muchas viejas películas y canciones turcas, lo que en su momento no fue ningún problema gracias al portal de internet You Tube. "Hoy, en cambio, sí sería un problema. El acceso a YouTube, como a cientos de páginas web extranjeras, ha sido bloqueado para la gente en Turquía por razones políticas", ha indicado.
"Tal vez, quienes detentan el poder estén satisfechos con ello. Nosotros, escritores, editores y artistas y todos los que participan pasiva o activamente en el proceso cultural no podemos entender esa medida", ha agregado.
Gül, conciliador
Gül ha aplaudido normalmente el discurso de Pamuk, pero su mujer sólo lo hizo tibiamente cuando el escritor regresó a sentarse a su lado. El presidente empezado su intervención sin referirse expresamente a Pamuk, pero, posteriormente, ha dicho sentirse orgulloso de que el escritor hubiera obtenido el Premio Nobel y le ha agradecido lo que ha hecho por la cultura turca.
El mandatario turco no ha entrado directamente en el tema de la censura, pero sí ha señalado que en los últimos años Turquía había dado grandes pasos para ampliar la libertad de opinión, aunque todavía faltara camino por recorrer.
"Turquía se ha convertido en un país que cumple en gran medida con las exigencias de la Unión Europea en cuanto a libertad de opinión, aunque todavía haya tareas pendientes", ha admitido el presidente.
Libertad de expresión
De hecho, Alemania ha aprovechado, de diversas formas, la presentación de Turquía como invitado especial en la feria para recordarle discretamente esas "tareas pendientes".
Así, por ejemplo, otro de los oradores de hoy, el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha recordado que la plena libertad de expresión es un requisito clave para ingresar en la UE, y la organización de la Feria -como por descuido- ha repartido, junto con el calendario de actividades, una copia de la carta de derechos fundamentales.
En lo que no ha habido diferencias de ninguna naturaleza ha sido en el elogio a la presentación turca que, como ha afirmado Gül, trata de mostrar la cultura del país en toda su diversidad. Pamuk, sin duda el novelista turco más conocido en el extranjero, expresó su esperanza de que la presentación sirva para que otros escritores de su país puedan hacer oír su voz más allá de las fronteras.