Haider conducía ebrio antes de su accidente mortal
- Tenía 1,8 gramos de alcohol en sangre frente a los 0,5 gramos permitidos
- Su partido lo ha reconocido tras una informacion publicada en un semanario
- Conducía al doble de la velocidad permitida y volvía de una fiesta
El histórico dirigente de la extrema derecha austríaca Jorg Haider conducía con una tasa de alcoholemia de 1,8 gramos de alcohol en sangre cuando tuvo el accidente que acabó con su vida el pasado sábado.
Así lo ha reconocido Stefan Petzner, sucesor de Haider al mando del partido ultraderechista BZI y antigua mano derecha de Haider.
El máximo permitido de alcohol en sangre en el país austríaco es de 0,5 gramos, 1,3 gramos menos del nivel que tenía el político al fallecer.
De esta forma confirmaba una información publicada en su edición de hoy el semanario News, citando los resultados de la autopsia del cuerpo de Haider.
"El primer resultado muestra que en el momento del accidente Jörg Haider estaba fuertemente alcoholizado y por lo tanto no estaba en condiciones de conducir", señala la publicación.
La autopsia fue efectuada el sábado en Graz por los médicos Peter Grabuschnig y Kathrin Yen, en presencia del fiscal competente, añade la revista.
El dirigente austríaco, de 58 años, perdió el control de su coche a las una de la mañana del sábado en un barrio periférico a las afueras de Klagenfurt, capital de la provincia de Carintia, de la que es gobernador.
Conducción temeraria
Según la reconstrucción del accidente, Haider perdió el control de su Volkswagen Phaeton V6 de tracción total tras realizar un adelantamiento en un trayecto prácticamente recto, que no representaba especiales dificultades cuando iba al doble de la velocidad permitida.
Los daños internos sufridos por el populista político fueron de tal magnitud que, a pesar llevar puesto el cinturón de seguridad y funcionar correctamente los airbags, era imposible que sobreviviese al impacto contra un poste de hormigón.
En medio de grandes medidas de seguridad, el cadáver de Haider será incinerado el próximo sábado y la urna con sus cenizas será enterrada en su finca familiar en Carintia.
El fallecido se dirigía a su propiedad en Borental, a 30 kilómetros al sur de Klagenfurt, para celebrar el 90 cumpleaños de su madre tras asistir a una fiesta para celebrar los buenos resultados electorales cosechados en los comicios del pasado mes de septiembre.