Los obispos censuran la destrucción de embriones enfermos para obtener 'bebés medicamentos'
- La reacción obedece al primer nacimiento de un "bebé medicamento" en España
- Aseguran que el nacimiento de una vida ha "venido acompañado de la destrucción de otras"
- Creen que someter "la vida a la eficiencia técnica reducen la dignidad de las personas"
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha denunciado la destrucción de embriones enfermos o no compatibles genéticamente en el proceso de obtención de un 'bebé medicamento' tras el nacimiento el pasado 12 de octubre del primer bebé seleccionado para curar a su hermano, según ha informado la Oficina de Información del Episcopado.
En una nota titulada 'Curar a los enfermos, pero sin eliminar a nadie', consideran que "se ha silenciado el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y eventualmente de aquellos que, estando sanos, no eran compatibles genéticamente".
En este sentido, señalan que el nacimiento de una persona "ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida".
Ante las reacciones a este hecho que lo calificaron de "éxito y progreso científico", los prelados apuntan que "someter" la vida humana "a criterios de pura eficacia técnica" supone "reducir la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad".
"Los hermanos a los que se les ha privado del derecho a nacer han sido desechados por no ser útiles desde la perspectiva técnica, violando así su dignidad y el respeto absoluto que toda persona merece en sí misma, al margen de cualquier consideración utilitarista", añaden.
En contra de la "instrumentalización"
En este sentido, señalan que "el hecho feliz" del nacimiento de un bebé sano "no puede justificar la instrumentalización a la que ha sido sometido", y "no basta para presentar como progreso la práctica eugenésica que ha supuesto la destrucción de sus hermanos generados 'in vitro'".
Según explican, no pretenden juzgar "la conciencia ni las intenciones de nadie", sino "recordar los principios éticos objetivos que tutelan la dignidad de todo ser humano". "La Iglesia desea prestar su voz a aquellos que no la tienen y a los que han sido privados del derecho fundamental a la vida", concluyen.
El Episcopado ya habló al respecto en el documento de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, del 30 de marzo de 2006, 'Algunas orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción humana artificial y sobre las prácticas injustas autorizadas por la ley que la regularán en España', donde señala "la injusticia que se comete con los seres humanos producidos en el laboratorio, al ser tratados como un mero producto conseguido por el dominio instrumental de los técnicos".