Enlaces accesibilidad

Las filtraciones de agua pueden dañar el Acueducto de Segovia

  • La zona más afectada son los sillares unidos con argamasa
  • Junta y Ayuntamiento se culpan mutuamente del estado del monumento

Por

La aparición de filtraciones de agua que pueden dañar los bimilenarios sillares de granito en algunos tramos del Acueducto de Segovia ha reavivado estos días la polémica sobre las competencias en la conservación del monumento romano, sobre las que porfían el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León.

Las primeras lluvias del otoño en la capital segoviana han generado la aparición de filtraciones de agua en algunas zonas del monumento, siendo las más preocupantes las aparecidas en el tramo del Postigo del Consuelo, y las de los tramos localizados en las calles Almira y Cañuelos, frente al Instituto "Mariano Quintanilla" en el que en los años 30 del pasado siglo tuviera su cátedra de francés el poeta Antonio Machado.

El Ayuntamiento de Segovia, a través de la concejalía de Patrimonio Histórico, ha achacado el problema de las filtraciones al mal estado de conservación del canal de plomo que se instaló sobre el Acueducto en la restauración del monumento que se realizó en 1992.

La concejala responsable de este área, Claudia de Santos, ha definido gráficamente el estado de esta canalización, calificándolo como "un churro" debido a las contracciones y dilataciones del material por los extremos cambios de temperatura entre el frío del invierno y el fuerte calor del verano, por lo que en su opinión "ya no responde al fin para el que fue instalado".

Deterioro en sillares consolidados con argamasa

De Santos ha asegurado que las filtraciones son "una causa de deterioro grave en aquellas zonas del monumento donde los sillares están consolidados con argamasa", que se ubican en las pilas correspondientes a la reconstrucción del monumento que se realizó entre 1483 y 1489 y en los tramos reabiertos a finales del siglo XIX y en el siglo XX.

"Los tramos medievales son mas frágiles -ha explicado la concejala- porque el relleno de las juntas se hizo a base de un mortero soluble que ahora se está perdiendo por las filtraciones de agua y puede causar serios problemas a medio plazo".

De Santos ha explicado que la Concejalía de Patrimonio ha solicitado en tres ocasiones poder intervenir en el monumento, y "las tres han sido desautorizadas por la Comisión Territorial de Patrimonio pese a existir informes previos favorables de la ponencia técnica".

Por su parte, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes (PSOE) aludió a este problema en su comparecencia semanal ante los medios de comunicación locales y recordó que lleva "casi diez meses esperando a que la consejera de Cultura y Turismo, María José Salgueiro, acepte su petición para mantener una reunión y hablar del Acueducto, entre otros temas.

Asimismo, no dudó en asegurar que "esta consejera pasará a la historia como la que tiró el Acueducto" y él "como el alcalde que lo vio caer y si no asumen sus competencias que nos dejen hacerlo a los demás".

La Junta dice que el Acueducto no corre peligro

Por su parte, la Junta de Castilla y León, a través del delegado territorial en Segovia, Luciano Municio, ha rechazado, estas acusaciones y ha asegurado que "los segovianos pueden estar muy tranquilos sobre el estado de conservación del Acueducto, porque no corre ningún peligro".

Municio ha explicado que la Comisión Territorial de Patrimonio denegó las solicitudes de intervención del Ayuntamiento porque se trataba de "un muy mal proyecto, una burla", al tiempo que tildo de "falacia" que lo hubiese aprobado la ponencia técnica con anterioridad, puesto que este órgano "no aprueba, solo propone".

Sobre el deterioro del canal, Municio ha advertido de que la Junta tiene constancia de que está dañado "porque el Ayuntamiento no impide, como sería su obligación, que la gente se suba y pasee en determinados tramos".

El canal de plomo "no está pensado para evitar que el agua llegue a la piedra, y su única función era la de permitir en circunstancias excepcionales que el agua corriera desde el segundo desarenador hasta la fuente del Postigo", ha observado.

"El canal no está colocado para proteger la piedra del ataque del agua, ni tiene que ver con la conservación del Acueducto, porque cada vez que llueve el monumento recibe una cantidad de agua espectacular y no solo por la parte del canal y no pasa absolutamente nada", ha argüido el delegado territorial.