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Condenan por maltrato animal a una criadora de perros en Toledo

  • La asociación El Refugio ha desplegado una pancarta en la madrileña Puerta de Alcalá
  • La condenada adquiría los perros con la excusa de darlos en adopción

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CAMPAÑA "CONTRA EL MALTRATO ANIMAL, DENÚNCIALO"
Miembros de la asociación "El Refugio" posan con algunos de los perros rescatados en un criadero ilegal en la Torre de Esteban Hambran en la provincia de Toledo, hoy junto a la Puerta de Alcalá, donde han presentado la campaña "Contra el maltrato animal, denúncialo".

La titular del Juzgado nº 3 de Torrijos (Toledo) ha condenado por abandono a la arrendataria de un criadero ilegal de perros, ubicado en la localidad toledana de la Torre de Esteban Hambrán.

Según ha informado en un comunicado la asociación El Refugio, que se presentó como acusación, el juicio se celebró el pasado 15 de septiembre y esta es la primera vez que se condena a la arrendataria de un criadero de perros y se hace público.

Se trata de una madrileña que ha sido condenada como autora de una falta de abandono prevista y penada en el Código Penal con multa de 30 días a razón de 10 euros de cuota diaria y con el arresto sustitutorio en el caso de impago de un día de privación de libertad por cada dos cuotas de multa que resulten insatisfechas.

Pancarta de 25 metros en la Puerta de Alcalá

Para celebrar la sentencia y concienciar a la gente, voluntarios de esta asociación han desplegado esta mañana una pancarta de 25 metros en la Puerta de Alcalá de Madrid, con la leyenda "Contra el maltrato animal, denunciadlo".

Los hechos se remontan a julio de 2006 cuando El Refugio los denunció, tras recibir numerosas llamadas y correos electrónicos alertando de la existencia del criadero ilegal.

El día 4 y después de poner en conocimiento los hechos ante el Seprona, voluntarios de El Refugio y dos agentes pudieron entrar en las instalaciones valladas y rescatar a 16 perros y un cerdo vietnamita.

En el momento del rescate "los animales estaban en pésimas condiciones", incluso tres de ellos estaban muertos, "alguno en avanzado estado de descomposición".

Se hacía con los animales con la promesa de "darlos en adopción"

Según explica esta asociación, la condenada, junto a su compañero, adquiría los perros a través de Internet y anuncios en periódicos con la excusa de buscarles una familia que los adoptase, pero terminaban encerrados por parejas para criar "en un infierno".

Los animales "se encontraban encerrados en jaulas, sin comida ni agua y por parejas", y muchas de las hembras rescatadas estaban preñadas en el momento de su recogida.

Todos los perros fueron al Centro de Adopción de El Refugio y la mayoría tienen ya una familia, salvo Isolda, Ismael, Gema y Cega, que esperan a que alguien los acoja.