Una institución marroquí quiere saber el paradero de las víctimas de su país en la Guerra Civil
- Miles de soldados de ambos bandos desaparecieron en la Guerra y durante el franquismo
- Según esta institución, 36.000 marroquíes, 9.000 de ellos niños, resultaron desaparecidos
- 70.000 soldados marroquíes participaron en las batallas más sangrientas de la guerra
La lucha por recuperar la memoria histórica de la Guerra Civil ha llegado hasta Marruecos, donde una iniciativa pide a España información sobre el paradero de miles de soldados marroquíes de ambos bandos desaparecidos en la contienda e indemnizaciones para las víctimas.
En un acto celebrado en Rabat, el recién constituido Centro para la Memoria Común y el Porvenir presentó las cartas que ha enviado al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, en las que les insta a investigar el paradero de aquellos combatientes.
Según esta institución -integrada por miembros de distintas organizaciones de derechos humanos-, cerca de 36.000 marroquíes, entre ellos 9.000 niños, desaparecieron durante la Guerra Civil y los primeros años del franquismo. El centro también pide que se identifique a los fusilados en la represión de los primeros años del franquismo contra musulmanes y judíos de Marruecos que defendían el ideario republicano en el Protectorado español.
Los más de 70.000 soldados marroquíes que participaron en la contienda española, inscritos dentro del Tercio de Regulares indígenas, las 'mehalas' jalifianas o los Tiradores de Ifni, fueron destinados casi siempre a las posiciones más avanzadas del Ejército llamado nacional y participaron en las batallas más sangrientas.
La mayoría de estos combatientes, según el Centro para la Memoria Común, fueron forzados u obligados a alistarse. "Miles de niños marroquíes de 9 a 12 años participaron en la guerra por la fuerza. Iban paseando por Melilla o Nador, y de repente los metían en camiones y les decían: '¡A la guerra!'", explica el presidente del centro, Abdelsalam Buteyeb.
En sus cartas a Zapatero y Garzón, así como a las asociaciones de memoria histórica en España y al Gobierno de Marruecos, los activistas no especifican qué pasos legales están dispuestos a dar para hacer que sus peticiones sean atendidas en España. Pese a todo, quieren que el capítulo de los desaparecidos marroquíes, uno más en la sangrienta batalla fraternal que asoló España entre 1936 y 1939, no se cierre en falso y sirva para edificar una relación más sólida entre los dos vecinos.