Francia condena a entre 5 y 15 años de cárcel a 18 etarras del aparato de reserva
- El Tribunal Correccional de París ha impuesto la máxima pena, 15 años, a Yves
- López de Vergara, Yves, era el jefe del aparato de reserva desmantelado en 2004
- Seis de los condenados están en busca y captura y fueron juzgados en su ausencia
- La defensa recurrirá las sentencias, que considera "una pasada"
El Tribunal Correccional de París ha condenado a penas de entre 5 y 15 años de cárcel a 18 etarras acusados de formar parte de los grupos de reserva, incluido el que era su jefe, Ignacio López de Vergara, Yves, cuando una redada policial descabezó en 2004 ese aparato de la banda terrorista.
El presidente del tribunal, Philippe Vandingenen, ha señalado que la corte consideraba "al conjunto (de los acusados) culpables" de todos los cargos por los que habían sido imputados, entre ellos los de asociación de malhechores con fines terroristas, y precisó que todas las penas iban acompañadas de la expulsión definitiva de Francia.
Las penas fueron muy similares a las que había solicitado la Fiscalía, que había pedido entre 5 y 15 años de prisión para los 18 encausados, seis de los cuales están en busca y captura y fueron juzgados en su ausencia.
La mayor -y la única de 15 años- fue para López de Vergara, de quien Vandingenen había dicho durante el proceso -que se celebró entre el 15 y el 24 de septiembre pasados-, que "tenía por lo menos la responsabilidad de la estructura del aparato de reserva".
La base del sumario fueron los elementos conseguidos a partir del descabezamiento del aparato de la reserva el 17 de junio de 2004 en el centro y el oeste de Francia, donde se descubrieron tres pisos francos de ETA en Le Mans, Angers y Limoges, y fueron arrestados ocho de los sentenciados hoy, incluido el propio Yves.
Condenados
Los otros fueron Benito Fermín Martínez Bergara, Demonio, condenado ahora a 10 años, Juan Carlos Estévez Paz, Melli (también 10 años), Luis Armando Zabalo (10 años), Asier Aguinako (10 años), Aitziber Coello (8 años), Alberto Saavedra (8 años) y Juan Carlos Subijana (6 años).
La pareja formada por Zígor Garro y Marina Bernadó, arrestados en otra operación en noviembre de 2006 en el sur de Francia, según el acta de acusación habían estado a cargo de "un taller de falsificación" trasladado a los pisos francos de Limoges, Angers y Le Mans ante la presión policial, y han recibido del Tribunal de Apelación de París penas de 10 y 9 años respectivamente.
Asier Eceiza, que figuraba en busca y captura al comienzo de este sumario y al que se consideraba uno de los presuntos responsables del aparato militar, ha sido sentenciado a cinco años. La captura de Eceiza se produjo el pasado mes de julio cerca de Dijon (noreste de Francia) junto a una supuesta miembro del comando Vizcaya de la banda.
Por su parte, Peio María Álvarez, arrestado en la localidad vascofrancesa de Ciboure el 7 de febrero de 2007, que era el único que había comparecido libre en este proceso, ha recibido una pena de cinco años de cárcel, cuatro de ellos exentos de cumplimiento, y teniendo en cuenta que ya estuvo varios meses detenido, los magistrados no lo han enviado hoy a prisión.
Juzgados en ausencia
Además de los 12 encausados que se sentaron en el banquillo durante el proceso, el tribunal ha dictado sentencia para otros seis inculpados en rebeldía, empezando por el presunto jefe del aparato militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, al que ha impuesto seis años de prisión.
La misma pena de cinco años le ha caído a Tomás Elorriaga Kunze, que ya había sido condenado previamente en rebeldía en Francia.
Para cada uno de los otros cuatro juzgados en su ausencia -Beñat Atorrasagasti, Javier Arruabarrena, Iván Apaolaza y Ekai Alcorta-, los magistrados del Correccional han dictado penas de cinco años de prisión.
Se mantienen las órdenes de arresto lanzadas por la Justicia francesa contra estos seis últimos que, en caso de ser capturados, podrían aceptar las penas dictadas ahora u optar por que los juzguen de nuevo.
La abogada de los acusados, Yolanda Molina, ha anunciado que recurrirá las sentencias, que considera "una pasada".