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Austria reabre el caso de Natacha Kampusch en busca de un segundo secuestrador

  • La ministra de Justicia ordena la reapertura de la investigación
  • La base es el testimonio de una niña de 12 años que habló de varios captores
  • Las miradas se centran en Ernst H., amigo y socio del secuestrador que se suicidó
  • Kampusch siempre ha defendido que solo hubo un captor

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Natacha Kampusch acude a testificar en el juicio sobre su secuestro el pasado mes de mayo, en la localidad de Graz.
Natacha Kampusch acude a testificar en el juicio sobre su secuestro el pasado mes de mayo, en la localidad de Graz.

La Justicia austríaca va a reabrir la investigación del caso de Natascha Kampusch, la joven que pasó ocho años secuestrada en un zulo subterráneo cerca de Viena, para determinar si hubo más de una persona implicada en el delito.

Así lo ha decidido la ministra de Justicia austríaca en funciones, Maria Berger, según informa el diario Die Presse en su edición de mañana.

La base para reabrir el proceso son las declaraciones de una testigo de 12 años que en el momento del secuestro habló de dos autores del secuestro.

Varios autores

La comisión especial que evaluó las investigaciones calificó ese testimonio como "un indicio tangible de la existencia de varios autores".

Ernst H., un amigo y socio empresarial de Priklopil será con toda probabilidad investigado de nuevo sobre su posible vinculación con los hechos.

Durante la investigación de dicha comisión se produjo una filtración de parte del acta del caso a un diario gratuito, que apuntó a la posibilidad de que la Policía ocultara la implicación de cómplices y especuló con la existencia de fotos y vídeos de contenido sexual.

La posibilidad de que hubiera más de un autor del secuestro ha sido objeto de múltiples cábalas, aunque la propia secuestrada siempre ha asegurado que se trató sólo de una persona

Kampusch fue secuestrada a los 10 años, cuando iba camino de la escuela, por un electricista que la recluyó en un diminuto zulo que había construido debajo del garaje de su casa en la localidad de Strasshof, en las afueras de Viena.

El secuestrador, Wolfgang Priklopil, de 44 años, se suicidó pocas horas después de la huida de su víctima en 2006, arrojándose a las vías del tren.

Fallos en la investigación

Hasta ahora Priklopil estaba considerado el único implicado en el secuestro, aunque en el último año se produjo una gran polémica por los fallos iniciales en la investigación, que llevó a que Kampusch pensase en querellarse contra el Estado.

Un comisión especial y diferentes responsables como el antiguo director de la Oficina Federal contra el Crimen Herwig Haidinger, denunciaron graves errores en la investigación en las primeras semanas después del secuestro.

Pistas que apuntaban de forma directa a Priklopil en los primeros momentos del secuestro no se siguieron, lo que hubiera permitido resolver el caso sin que Kampusch tuviera que esperar ocho años para poder liberarse por sus propios medios.

La Justicia pretende aclarar con la nueva investigación preguntas que quedan en el aire sobre el caso, sobre todo la cuestión de si el rapto lo realizó sólo una persona o si participaron terceros.