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Acelera tu ordenador al límite

Campus Party Iberoamérica acoge una sesión de overclocking extremo

Se trata de aumentar la capacidad original del ordenador, ganando velocidad y eficiencia

La mejora calienta el equipo, lo que exige refrigerarlo con agua, hielo seco o nitrógeno

Los overclockers expertos compiten para lograr récords mundiales, en la F-1 del modding

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Dos 'overclockers'  recurren al nitrógeno líquido para refrigerar su eqipo, convenientemente acelerado.
Dos 'overclockers' recurren al nitrógeno líquido para refrigerar su eqipo, convenientemente acelerado.

Si hay algún aspecto que alienta el ego de los amantes de las nuevas tecnologías es el modding, la personalización de los ordenadores, que fructifica en equipos con alambicadas modificaciones estéticas: desde ordenadores con piel de vaca a equipos que asemejan platillos volantes. Sin embargo, si hay un aspecto que alimenta la egolatría de los desarrolladores de hardware es el overclocking extremo, la Fórmula 1 del modding.

El overclocking consiste en acelerar el ordenador por encima de su capacidad original, aumentando su velocidad y eficacia en términos de megahercios. La contrapartida es un mayor gasto de energía, un mayor desgaste de los componentes y, sobre todo, el aumento de la temperatura, ya que gran parte de las mejoras se consiguen elevando el voltaje de la placa base del ordenador.

Así, uno de los grandes retos es refrigerar adecuadamente el procesador, ya que en casos extremos se podría calentar hasta arder. Para ello no se escatiman recursos: desde el agua hasta el nitrógeno líquido.

Mayor rendimiento

Así, un usuario cualquiera podría realizar un overclock moderado en su ordenador, consiguiendo hasta un 20% más de capacidad, simplemente con su refrigeración por aire y modificando ciertos parámetros. De este modo, las imágenes se verán más rápido, los archivos se cargarán antes y los juegos serán más fluidos.

Es en este punto donde se encuentra la utilidad práctica del overclocking: por el mismo precio, uno puede optimizar su ordenador y convertirlo en un equipo más rápido, más eficaz, en definitiva, mejor.

Una mejora del 30%, sin embargo, eleva la temperatura del equipo hasta límites que exigen una refrigeración líquida, normalmente con agua. A partir de ese límite, se entra en el overclock extremo.

La F-1 del modding

Los overclockers expertos buscan mejoras superiores al 50% de capacidad, lo que requiere refrigerar el equipo con hielo seco (dióxido de carbono solidificado, que alcanza temperaturas en torno a los -50 grados centígrados) y nitrógeno líquido (-170 grados centígrados).

Así, en Campus Party Iberoamérica se ha podido ver un equipo de última generación a 3,3 gigahercios que elevaba su capacidad hasta más de seis gigahercios, mientras se enfriaba el procesador vertiendo nitrógeno, -lo que le da un aspecto más cercano a la cocción de una pócima que a la ultravanguardia de la tecnología-.

Pero los límites están más allá: los overclockers más reputados compiten acelerando sus equipos -en muchas ocasiones, ordenadores de última generación cedidos por marcas que patrocinan sus esfuerzos- para reducir al mínimo el tiempo de cálculo de un millón de decimales del número pi (el súper pi). Los récords, que habitualmente duran pocos días, se registran en hwbot y siguen bajando¿