Joaquín Phoenix abandona el cine y se dedicará por completo a la música

• Hoollywood pierde uno de sus grandes valores
• Two lovers será su última película
• Encontró su inspiración en la música en En la cuerda floja

Si bien la muerte de Paul Newman hace un mes dejó a Hollywood sin una de sus leyendas, la retirada de Joaquin Phoenix como actor supone la pérdida de uno de sus valores más prominentes, capaz de entregar cine palpitante en una carrera tan breve como fascinante.

Phoenix, que ha decidido abandonar el mundo de la interpretación para centrarse en su carrera musical, según declaró él mismo al programa de televisión de EE.UU. 'Extra', aseguró que la película Two Lovers, aún pendiente de estreno, será su ultima aparición en el cine.

"Quiero aprovechar esta oportunidad (...) para hablar un poco sobre el hecho de que este filme será mi última actuación como actor. No voy a hacer más películas", afirmó Phoenix rotundo y molesto tras comprobar que el reportero no terminaba de creer sus palabras. "¿Por qué te estás riendo de mí?", le espetó.

Parece que su papel en En la cuerda floja (2005), por el que optó al Óscar al mejor actor gracias a su encarnación del cantautor Johnny Cash, ha resultado determinante en esta decisión, tal y como reconoció en mayo Tim Burgess, líder de The Charlatans, grupo británico con quien Phoenix ha grabado material.

"Una vez que aprendió (a tocar la guitarra para ese rol), descubrió que tenía muchos demonios internos que quería expulsar a través de la música", dijo entonces Burgess. Phoenix, de 34 años recién cumplidos, bordó al llamado "hombre de negro" en aquella película y él mismo cantó todas las canciones, a pesar de su falta de conocimiento musical y de su registro de voz nasal, frente al vozarrón de Cash.

Ese papel lo consagró en Hollywood, aunque ya había dado buena muestras de su incuestionable talento tanto en el círculo independiente (Todo por un sueño, de Gus Van Sant, 1995; U Turn, giro al infierno, de Oliver Stone, 1997), como en el más comercial, en películas como Asesinato en 8 mm (1999), de Joel Schumacher, o Gladiador (2000), de Ridley Scott, por el que fue candidato al Óscar al mejor actor secundario.

Comenzó como Leaf Phoenix

El actor comenzó su carrera artística hace dos décadas como Leaf Phoenix, nombre que prefirió ante lo difícil que les resultaba a los agentes de Hollywood pronunciar el de Joaquin que le pusieron en Puerto Rico al nacer. Sus padres, estadounidenses, fueron misioneros en Latinoamérica con la secta Niños de Dios.

Hermano del fallecido River Phoenix, el público conoce su labor también por títulos como Señales (2002), El bosque (2004) o la reciente La noche es nuestra (2007).

Sin embargo, esta desbandada no es la primera que protagoniza. A principios de la década de 1990 abandonó los platós para viajar de nuevo por América Latina junto a su padre, y en 1993, volvió a alejarse de la industria tras la muerte de River por sobredosis.

Por entonces, las cadenas de televisión de Los Ángeles emitieron una grabación de su llamada de socorro en la que decía que River Phoenix pudo haber tomado drogas tras una fiesta de Halloween en el club nocturno Viper Room, localizado en el popular Sunset Strip, al Oeste de Hollywood.

"Creo que ha tomado valium o algo así, no lo sé, vengan rápido, por favor", dijo Joaquín, con 19 años, en su llamada de emergencia a la policía. Una vida inusual, con una carrera corta aunque brillante por momentos, que deja paso ahora a nuevos caminos por explorar, aunque el cine pierde a uno de sus principales activos, tal y como afirmó el director M. Night Shyamalan, quien dijo de Phoenix tras el estreno de Señales que "si quisiera podría ser el mejor actor del mundo".

"La inocencia es su principal arma, cuando la muestra te deja sin respiración, porque se trata de algo impoluto", afirmó el realizador indio. Phoenix, tras su retiro por la muerte de River, volvió a actuar un año después. "Sentí que de verdad me faltaba algo", manifestó entonces. Muchos esperan que, algún día, vuelva a tener esa sensación.