Los psicólogos hacen 'su agosto' con la crisis

• Aumenta en un 50% el número de personas con problemas psicológicos por miedo al paro
• En el 75% de los casos, la ansiedad y la depresión tienen su origen en el trabajo
• Son datos de la psicóloga María Jesús Alava, autora del libro Trabajar sin sufrir

Hay sectores que sufren menos las crisis que otros. Incluso hay algunos que le sacan partido. Si en agosto la cadena de comida rápida McDonalds vio como la crisis aumentaba su demanda de clientes, ahora son los psicólogos los que ven aumentado su trabajo merced al 'miedo al paro' de los trabajadores españoles.

En los últimos dos años, el número de trabajadores que reciben tratamiento psicológico porque viven angustiados ante el temor de perder su puesto laboral ha aumentado en un 50%, según ha advertido la psicóloga María Jesús Álava Reyes en la presentación de su libro Trabajar sin sufrir.

Se trata de una obra de auto-ayuda para aprender a afrontar las dificultades profesionales, ya que en la última década la demanda de personas que acuden a un psicólogo por problemas laborales se ha multiplicado "exponencialmente", ha destacado la experta.

"El trabajo se encuentra detrás de la mayoría de los conflictos por los que los pacientes acuden a consulta", ha explicado Álava Reyes. Según la psicóloga, aunque la terapia de pareja es una de las principales causas por las que hombres y mujeres acuden a tratamiento, en el 53,53% de los casos estos conflictos tienen su origen en el trabajo.

Lo mismo ocurre con otras cuestiones como la ansiedad (casi la mitad de las mujeres reciben tratamiento psicológico por esta causa), la depresión o las adicciones, que en un 75% tienen su origen en cuestiones relacionadas con el trabajo.

Insatisfacción y presión, principales causas

En el ámbito laboral, la psicóloga ha destacado la insatisfacción, el exceso de presión y los problemas con los compañeros -bastante más frecuentes que con los jefes- como las primeras causas de consulta.

Para hacer frente a estas dificultades, ha resaltado que "una buena educación es determinante para vivir el trabajo con alegría y como una oportunidad" y ha desaconsejado una excesiva protección, ya que da lugar a personas sin recursos para afrontar las dificultades.

 

"Hay muchos jóvenes que llegan a la consulta totalmente desorientados ante sus fracasos profesionales porque no están preparados para enfrentarse a los problemas y no tienen tolerancia a la frustración", ha asegurado.

En su opinión, actualmente existe una descompensación ya que a la gente joven se le ha dado la mayor capacitación técnica de la historia (varias carreras, master, etc.) pero la menor a nivel emocional.