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Dimite el jefe del Ejército de Colombia tras el escándalo de las ejecuciones extrajudiciales

  • El general Mario Montoya ha renunciado a su cargo en medio de un escándalo 
  • Toma la decisión cinco días después de que Uribe cesara a 27 altos cargos del Ejército
  • Están imputados en el asesinato de 20 jóvenes que fueron dados por "muertos en combate"
  • El general ha pedido "no condenarlos sin antes haberles concedido el derecho a defenderse"
  • En su carta de renuncia destaca los golpes dados a la guerrilla de las FARC

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El jefe del Ejército colombiano, general Mario Montoya, ha renunciado al cargo a raíz de la supuesta implicación de militares en la desaparición y asesinato de una veintena de jóvenes que fueron dados como "muertos en combate".

El alto oficial ha tomado la decisión cinco días después de que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, anunciara la retirada de sus cargos de 27 oficiales y suboficiales del Ejército, entre ellos tres generales, a raíz de una investigación por la desaparición y muerte de estos jóvenes en las afueras de Bogotá.

Los jóvenes había desaparecido en enero pasado en Soacha, a las afueras de Bogotá, y aparecieron después como "muertos en combate" en una región rural del departamento de Norte de Santander, a unos 800 kilómetros al nordeste de la capital colombiana. Todos ellos quedaron registrados de ese modo en los cementerios del nordeste del país en los que fueron sepultados.

El caso fue asumido por un comité constituido el pasado día 3 de octubre por el general Freddy Padilla y las medidas administrativas anunciadas el pasado día 29 por el presidente colombiano, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos y el propio Padilla.

Según dijo entonces Uribe, la comisión que investigó el caso "ha encontrado que puede haber integrantes de las Fuerzas Armadas incursos en asesinatos", y reconoció "fallas" en procedimientos y vigilancia, además de negligencia y posible complicidad con la delincuencia.

Carta de renuncia

Tras las repercusiones del escándalo, Montoya ha leído ante la prensa una carta de petición de retiro enviada al gobernante.

En su misiva, el comandante del Ejército alude a "recientes hechos en los que miembros de la institución se han visto comprometidos y que apenas están en etapa de investigación".

Montoya ha pedido "no condenarlos sin antes haberles concedido el derecho a defenderse", porque "es un principio elemental de la justicia, que debe cobijar por igual tanto a militares como a civiles".

Asimismo ha asegurado que la llamada "Política de Seguridad Democrática", eje central de la gestión de Uribe en la lucha contra las guerrillas, el narcotráfico y la violencia, "definitivamente cambió la vida de los colombianos".

A raíz de esa estrategia política, que -según Montoya- "se constituyó en la guía y misión para el Ejército", se han dado duros golpes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y se logró además una importante desmovilización de paramilitares en los últimos años.

Pero también ha supuesto lo que en Colombia se llaman "falsos positivos", es decir, fingidos golpes a la guerrilla, e incluso detenciones y eliminación de supuestos rebeldes que en realidad eran civiles a los que se presentaba como "muertos en combate".

Éste fue supuestamente el caso de los jóvenes de Soacha, quienes supuestamente fueron reclutados en unidades del Ejército para después ser presentados como guerrilleros muertos en operaciones militares.