Madrid no teme la influencia de la elección de Obama a favor de Chicago
- La ciudad de Chicago ve el triunfo del demócrata como un impulso a su candidatura
- La victoria de Obama no modificará los planes de Madrid 2016 y seguirán trabajando
- Gallardón aseguró esta misma semana que no lo veía como un "obstáculo añadido"
- Desde Tokio sí temen que el nuevo presidente suponga un espaldarazo para Chicago
- En octubre de 2009 se decidirá entre Madrid, Chicago, Tokio y Río de Janeiro
El sueño americano de Barack Obama podría suponer un problema para el sueño olímpico de Madrid. La capital de España compite con Río de Janeiro, Tokio y Chicago para alzarse con el premio de ser la ciudad que albergue los Juegos Olímpicos del año 2016. Un premio que tendrá dueño el próximo 2 de octubre de 2009.
La candidatura olímpica de Chicago, ciudad donde residía hasta ahora el nuevo presidente de los EE.UU, ya se frota las manos con este triunfo histórico. Y no sólo porque el senador que les representa se haya convertido en el hombre más poderoso del mundo sino porque creen que puede suponer un empujón a sus aspiraciones de ser elegida sede olímpica.
Ya lo ha asegurado el jefe de la candidatura de Chicago, Patrick Ryan, que se muestra seguro de que la victoria de Obama ayudará a la candidatura. "Creo que los ojos del mundo están puestos sobre Obama, y eso hará que se genere más atención para Chicago", ha aseverado.
Gallardón no tiene miedo a Obama
Desde la candidatura de Madrid 2016 han asegurado a RTVE.es que el hecho de que el demócrata haya ganado las elecciones no va a modificar sus planes para conseguir la designación, que ya se le escapó a Madrid para los Juegos Olímpicos de 2012. "Seguiremos centrados en nuestro trabajo", ha señalado una portavoz de la candidatura.
De hecho el propio alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, ha asegurado que no cree que la llegada de Obama a la Casa Blanca vaya a suponer un "obstáculo añadido" para la candidatura madrileña, aunque sí ha reconocido que puede influir. El primer edil hizo estas declaraciones este martes en el foro deportivo Ferrandiz-AS, donde además quiso dejar claro que el mismo apoyo que dará Obama a Chicago será el que dé el Gobierno y la Corona a Madrid 2016.
"No se cambia el voto por la simpatía o no a un presidente", ha manifestado Gallardón, para quien Madrid lleva ventaja al resto de candidaturas porque cuenta con el 75% de sus infraestructuras construidas".
Este mismo jueves, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, ha asegurado que la capital tiene "serias posibilidades" de convertirse en sede de los Juegos Olímpicos en 2016, aunque "lógicamente", ha añadido, la candidatura de Chicago "tratará de aprovechar" el triunfo de Obama.
Tokio sí teme el efecto Obama en los JJ.OO.
La seguridad que muestra Madrid con respecto a que Obama no influirá en la decisión final no la tienen en Tokio. Los responsables de su candidatura, según asegura la agencia Kyodo, se preguntan cómo reaccionarán los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) cuando Obama aparezca en la presentación de Chicago.
"El señor Obama es popular y bueno en los discursos, así que las cosas podrían ponerse difíciles para Japón", ha asegurado Tomiaki, Fukuda, miembro del Comité Olímpico de Japón.
Zapatero y Obama podrían verse las caras en la elección de la sede olímpica
Está previsto que los jefes de Estado de España, Japón, Brasil y Estados Unidos asistan a la reunión del Comité Olímpico Internacional (COI) el año próximo en Copenhage para decidir la ciudad anfitriona de los Juegos de 2016. Las cuatro candidaturas señalaron en el marco de los últimos Juegos Olímpicos de Pekín que los cuatro mandatarios acudirían a la cita.
Otros presidentes han asistido ya a otras sesiones del COI en las que se votaban las ciudades anfitrionas. El ex primer ministro británico, Tony Blair, ayudó a Londres a ganar la sede de los Juegos para el 2012. También el entonces presidente de Rusia, Vladimir Putin, acompañó a los miembros del comité ruso a Guatemala para respaldar a Sochi en la victoria de los Juegos Olímpicos de Invierno.
El COI ya mostró su preocupación porque cree que presencias tan llamativas podían eclipsar la votación misma. Por este motivo planea establecer condiciones para que en Copenhague se reduzca el tamaño de las delegaciones presidenciales. Habrá que esperar a octubre de 2009 para ver si el tusnami Obama arrasa con las esperanzas olímpicas del resto de países.