La ONU insta al cese de hostilidades en el Congo mientras los rebeldes tutsis hablan ya de 'guerra'
- La ONU acusa a los rebeldes tutsis de violar el alto el fuego en el
- Ban Ki-moon preside una cumbre para hallar una solución pacífica al conflicto
- Tratará de mediar entre los presidentes de la RDC y de Ruanda
- Miles de desplazados deambulan por el este de la RDC sin poder recibir ayuda humanitaria
La ONU ha instado al cese de las hostilidades entre grupos armados rivales en el este de la República Democrática del Congo (RDC) que han contribuido en los últimos días a exacerbar la violencia en la región. Mientras, uno de los grupos enfrentados, los rebeldes tutsis del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) -que combaten contra las milicias mai-mai, aliadas del Gobierno de Kinshasa- advierten de que "se están dando las condiciones para la guerra" por el refuerzo de las tropas gubernamentales en Goma.
Una portavoz de la ONU ha dicho que el secretario general, Ban Ki-moon, está muy preocupado por los enfrentamientos en la zona de Rutshuru y por los presuntos ataques del CNDP contra posiciones de las Fuerzas Armadas de la RDC en el área de Nyanzale.
Ha añadido que Ban pide un cese inmediato de las hostilidades y la retirada de las fuerzas combatientes a las posiciones anteriores al 28 de agosto, cuando se reanudaron las hostilidades en la provincia de Kivu Norte.
"Urge a los grupos armados involucrados en los combates a respaldar los esfuerzos para hallar una solución política a la crisis en el este de la RDC y a evitar actividades que aumenten el desplazamiento y sufrimiento de la población civil", ha reiterado.
Cumbre para buscar la paz
Ban presidirá mañana la cumbre que se celebrará en Nariobi (Kenia), convocada por la ONU y la Unión Africana (UA), para hallar una solución pacífica al conflicto y a la que asistirán los líderes regionales.
El secretario general de la ONU tratará de mediar entre los presidentes de la RDC, Joseph Kabila, y de Ruanda, Paul Kagame, al que se acusa de apoyar a los rebeldes del CNDP, liderados por el general renegado Laurent Nkunda, responsables de la ofensiva que desde finales de agosto ha sumido al este del Congo de nuevo en el caos.
Además, intentará convencer al presidente congoleño de que negocie con Nkunda para no poner en peligro el alto el fuego declarado en pasado 29 de octubre por los rebeldes.
Violación del alto el fuego
Naciones Unidas también ha acusado a los rebeldes tutsis de violar el alto el fuego al ocupar dos pueblos que fueron posteriormente recuperados por topas gubernamentales, Nyanzale y Kikuku.
La situación en Kivu Norte es cada día más tensa, tras los enfrentamientos registrados después de la declaración del alto el fuego por los rebeldes de Nkunda el pasado 27 de octubre, cuando llegaron a las puertas de Goma.
Por su parte, los rebeldes tutsis hablan de "condiciones para la guerra", según su portavoz, Bertrand Bisimwa, que asegura que el CNDP "mantiene el alto el fuego y las mismas fuerzas que tenía en los alrededores de Goma, donde no ha enviado refuerzos, pero está listo para hacerlo" si el Gobierno sigue mandando tropas.
"Nosotros habíamos pedido a la MONUC (Misión de la ONU para el Congo) que no dejara entrar a los militares (de las Fuerzas Armadsas de la RDC) en Goma, pero lo ha hecho y han llegado más", según Bisimwa.
Miles de desplazados sin ayuda humanitaria
Mientras, decenas de miles de desplazados por la violencia deambulan por el este de la RDC sin poder recibir ayuda humanitaria, ya que sus poblados y campamentos se encuentran ocupados o han sido destruidos por militares y grupos armados.
Cientos de desplazados se agolpaban frente a la base de la MONUC que hay en las afueras de Kiwanja o circulan por la carretera que va Rutshuru, en busca de refugio y ayuda.
Pero en Rutshuru, la asistencia es escasa y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha señalado que los campos de desplazados situados en los alrededores se encuentran destruidos.
Desde que se reanudaron las hostilidades en el este de la RDC en agosto pasado, unas 250.000 personas se han visto desplazadas de sus casas en la zona, 100.000 de ellas durante la ofensiva del CNDP de las dos últimas semanas.
De los alrededor de seis millones de habitantes que hay en la provincia congoleña de Kivu Norte, se calcula que una quinta parte, unos 1.200.000, viven desplazados y en una situación desesperada, que se ha agravado en estas últimas semanas.