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El PP pide al Gobierno que no haga "un paripé" e incluya sus propuestas para la cumbre

  • El portavoz de Economía del PP celebra la presencia de España en Washington
  • Sin embargo, Cristóbal Montoro ha criticado la "improvisación" de Zapatero
  • El Partido Popular afirma que España tenía que haber entrado "por la puerta grande"
  • Finalmente, Zapatero ocupará una de las dos sillas de Francia, que le ha cedido Sarkozy

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El portavoz de Economía del Partido Popular, Cristóbal Montoro, celebra la presencia de España en la cumbre de Washington del próximo 15 de noviembre y pide al Gobierno que no haga "un paripé" e incorpore las soluciones que le hará llegar el PP en su propuesta.

En rueda de prensa, Montoro ha defendido que el PP debe aportar soluciones a la crisis financiera y ha explicado que aún les están dando forma y que cuando estén listas se las harán llegar al Gobierno.

"No se trata de hacer otra vez paripé, sino que se incorporen a la voz del representante de España en la cumbre que será el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero".

"Por ahora sólo ha habido una llamada", ha añadido Montoro, que ha criticado la precipitación e improvisación del Gobierno en todo lo relativo a esta cumbre.

El PP quería entrar por otra puerta

Montoro ha subrayado el apoyo del PP a la presencia de España en la cumbre pero ha matizado que "les hubiera gustado entrar por otra puerta".

"Hemos utilizado una vía que no es la que nos corresponde por mérito propio", añadió.

España debe estar presente, ha explicado, reconociendo lo que son sus propios problemas como una balanza de pagos "enormemente desequilibrada".

El equilibro del sistema financiero mundial depende del equilibrio de cada uno de los países, ha concluido.

Esta mañana, Zapatero ha anunciado que realizará una ronda de contactos con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y otros agentes sociales para preparar su intervención en la cumbre.

Paría confirmó anoche la presencia de España en la cumbre junto a Francia, Alemania, Reino Unido e Italia en la cumbre de Washington después de que Estados Unidos afirmara que no había ningún problema en que Zapatero ocupara la silla que le había cedido Sarkozy.