Más de 200 inmigrantes participan en dos asaltos con piedras y palos la valla de Melilla
- El primer asalto se ha producido a las 05.00 horas y el segundo a las 08.00 horas
- Los inmigrantes han empleado la violencia contra los agentes de la Guardia Civil
- Dos de los guardias han resultado contusionados aunque se encuentra bien
- Las Fuerzas de Seguridad han tenido que utilizar gases lacrimógenos para reducirlos
Dos nuevos asaltos a la valla de Melilla, en los que han participado más de 200 inmigrantes, han provocado este lunes lesiones por contusión a dos agentes
de la Guardia Civil y otros seis se han visto afectados por los gases lacrimógenos que han utilizado para disuadir a los inmigrantes.
La Policía y la Guardia Civil han reforzado su despliegue y han cerrado el paso fronterizo de Beni Enzar, mientras que un helicóptero ha sobrevolado la zona. El primer asalto se ha producido hacia las 05.00 horas, cuando cerca de un centenar y medio de sin papeles se han afanado en traspasar la valla. Ante este intento, los agentes han hecho uso de material antidisturbios para frenar el empuje de los ilegales, que han empleado la violencia. Sobre las 08.00 horas, se ha registrado otro intento de por parte de 60 inmigrantes.
En concreto, dos guardias civiles han sufrido contusiones y otros seis más y un policía nacional han tenido que ser atendidos por inhalación de gases lacrimógenos, según ha informado la Delegación del Gobierno de Melilla, que aseguró que todos están "en buen estado de salud y se han reincorporado ya al servicio". Además, ha sostenido que mantiene el "máximo nivel de alerta".
Según la Delegación del Gobierno, en el primero de los intentos, la "rápida actuación" de los efectivos de seguridad españoles, que cerraron las puertas del control fronterizo, impidió que el grupo de subsaharianos alcanzara su objetivo.
Sin embargo, en el segundo, fue "necesario" que los agentes lanzaran gases lacrimógenos "para hacer desistir a los subsaharianos de su acción". Además, en esta ocasión, también actuó la Gendermaría marroquí con material antidisturbios. Según fuentes policiales, los inmigrantes iban "armados con palos, piedras y ladrillos".
Las fuerzas de seguridad de ambos países fueron alertadas por un helicóptero de la Guardia Civil, que sobrevoló la zona en todo momento, como hizo en las anteriores avalanchas ocurridas desde que el 26 de octubre se produjeran unas inundaciones en Melilla que echaron abajo parte de la alambrada y afectaron a los sistemas de seguridad de la frontera.
La "agresividad" que mostraron los inmigrantes, apuntaron las citadas fuentes policiales, fue decisiva para que los agentes utilizaran pelotas de goma y botes de humo para hacer frente a la avalancha humana. El número de heridos entre los inmigrantes se desconoce, ya que prácticamente todos fueron repelidos en la misma frontera y todo parece indicar que ninguno de ellos consiguió su objetivo de entrar a la ciudad española.
Precisamente la semana pasada, el presidente de la ciudad autónoma denunció la "agresividad"que estaban empleando los inmigrantes en sus asaltos a la valla aprovechando los desperfectos que sufrió la alambrada tras las inundaciones de finales de octubre.
Juan José Imbroda dio cuenta entonces de cuatro asaltos en lo que resultaran heridos seis guardias civiles desde que una tromba de agua tiró más de 30 metros de la doble valla el 26 de octubre.