Secuestran a dos monjas italianas en la frontera de Kenia con Somalia
- Varios hombres fuertemente armados las raptaron y la metieron en un jeep
- Al parecer, los secuestradores son una banda de bandidos somalíes
- El Gobierno italiano ha confirmado su nacionalidad y su edad ronda los 30 años
- El secuestro se llevó a cabo de noche en un pueblo keniano, a dos kilómetros de Somalia
Un grupo de hombres armados ha secuestrado a dos religiosas católicas en su casa de la ciudad de Elwak, en el noreste de Kenia y a dos kilómetros de la frontera con Somalia, según ha informado la Cruz Roja, que apuntó que los captores las podrían haber llevado al país vecino.
Desde el Gobierno de Silvio Berlusconi han confirmado que las dos religiodas son de nacionalidad italia, y fuentes de Cruz Roja sostiene que sus edades estarían cerca de los 30 años.
Los hechos se produjeron esta madrugada, cuando el grupo de hombre armados llegó a Elwak, donde robó tres vehículos, dos del Gobierno keniano y uno de una escuela local, y secuestró a las dos monjas, sin que se produjeran heridos, ha explicado Titus Mungóu, responsable de comunicación de la Cruz Roja keniana.
"Aunque no se les ha identificado, todo apunta a que son somalís", apostilló Mungóu, quien señaló que "probablemente habrán huido hacia ese país".
Elwak, situada a 230 kilómetros de Mandera, la capital del distrito, tiene un fuerte influencia islamista y los conflictos entre sus habitantes y los vecinos de Somalia son frecuentes.
La zona nororiental de Mandera sufre frecuentes sequías, aunque en las últimas semanas, según la fuente de la Cruz Roja, se han producido fuertes lluvias e inundaciones en distintos puntos del distrito, donde se temen rebrotes de malaria y enfermedades transmitidas a través del agua.
Las malas condiciones del tiempo y las penalidades que ha ocasionado, agregó Mungóu, han sido el motivo que ha reavivado recientemente los enfrentamientos entre los clanes de la zona garre y murule, de ascendencia somalí, en los que al menos ocho personas han muerto y cientos han quedado desplazadas de sus hogares.
Somalia es uno de los países más peligrosos del mundo para los cooperantes, que con frecuencia sufren secuestros y ataques perpetrados por insurgentes islamistas o milicias clánicas.