Una británica de 13 años logra que los tribunales reconozcan su derecho a morir con dignidad
- Hannah lleva enferma de leucemia desde los cinco años
- Sus padres están orgullosos y apoyan su decisión de no operarse
- Los tribunales amparan su derecho a morir en casa con su familia
Hannah Jones, una niña británica de 13 años, ha conseguido que los tribunales le reconozcan su derecho a morir con dignidad. Enferma de una 'extraña' leucemia desde los cinco años, los medicamentos que ha tenido que tomar le han provocado una insuficiencia cardíaca que sólo podría solucionarse a través de un trasplante.
La adolescente ha decidido rechazar un trasplante de corazón que podría salvar su vida y los tribunales le han dado la razón.
Hannah argumenta que la operación "podría no salir bien" y si tuviera éxito estaría obligada "a seguir tomando medicación" el resto de sus días. La pequeña ha decidido renunciar a una vida 'atada' a los hospitales.
En febrero el hospital Heredfordshire Primare Care Trust solicitó una orden judicial para obligarla a someterse al trasplante y los servicios sociales entrevistaron a la chica. Hanna consiguió convencer al trabajador social de que su decisión era meditada.
Padres orgullosos
Los padres de la adolescente, según la BBC, están "muy orgullosos" de ella y respaldan su voluntad de interrumpir el tratamiento y morir con dignidad en su propia casa rodeada de su familia.
El padre de Hannah, Andrew Jones, ha señalado que "ya ha pasado por demasiado dolor y añadir el estrés de una comparecencia judicial o de ser forzada a seguir en el hospital hubiera sido una desgracia".
La semana pasada Jones quería llevar a su hija a Disneylandia pero tuvo que abandonar la idea porque no consiguió un seguro para cubrir el viaje de Hanna. Estas vacaciones eran un regalo de la ONG Cauldwell Children.