Obama urge a Bush a acudir en ayuda de la industria automovilística
- El presidente electo ha reclamado un plan urgente para salvar la industria de Detroit
- La actual administración se muestra reacia a intervenir, pese a la amenaza de quiebras
- La crisis económica revela las enormes diferencias de criterio entre ambos
La crisis económica y, en concreto, la delicada situación de la industria automovilística fue el principal asunto que abordaron el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su sucesor a partir de enero, Barack Obama, que urgió al primero a actuar inmediatamente para apoyar a los fabricantes de coches durante la reunión que ambos mantuvieron en la Casa Blanca para preparar el traspaso de poderes.
Así lo revelan tanto The New York Times como The Wall Street Journal, que coinciden en que Obama reclamó a Bush un plan de ayuda urgente para la industria del automóvil, uno de los principales sectores industriales del país. El presidente electo ya anunció en su primera rueda de prensa tras los comicios presidenciales su intención de aprobar un plan de ese estilo, que además incidiría en la fabricación de coches más eficientes y menos contaminantes.
La respuesta de Bush habría sido que él apoyaría algunas ayudas a la industria y un paquete amplio de estímulo económico si Obama y los demócratas dejan de oponerse al acuerdo de libre comercio con Colombia -uno de los proyectos por los que más ha trabajado- en el Congreso, según The New York Times, que cita fuentes cercanas al encuentro.
Bush, reacio a intervenir
La administración Bush se ha mostrado hasta ahora reacia a intervenir en favor de la industria del automóvil, a pesar de que las amenazas de quiebra se ciernen sobre muchas empresas de Detroit, algunas tan importantes como General Motors, cuyas acciones cayeron este lunes un 23% hasta cotizar a 3,36 dólares, un precio similar al de 1946.
Así, el Congreso ha consultado a la Casa Blanca cómo puede canalizar parte de los 700.000 millones de dólares de los que dispone el plan elaborado por la administración Bush y aprobado en octubre hacia la industria automovilística.
Pero los republicanos, según The Wall Street Journal, acusan a Obama de intentar trasladar la responsabilidad de las medidas contra la crisis a Bush, en lugar de abordarlas cuando ya haya asumido la presidencia.
Ambos medios señalan que el asunto ha revelado las enormes diferencias de criterio existentes entre el presidente y su sucesor, quien, con todo, ha insistido en que "solo tenemos un presidente cada vez". Los asesores de Obama, mientras, siguen consultando con los líderes del Congreso cómo puede ayudar Washington de manera inmediata al sector automovilístico y si las dos cámaras pueden aprobar en una sesión de la próxima semana un nuevo plan de estímulo económico.