Clinton recomienda a Obama que dé papeles a los millones de inmigrantes irregulares
- En la campaña, Obama pasó de puntillas por los problemas de los clandestinos
- Dijo que podrían empezar los trámites de regularización si pagaban antes una multa
- El ex presidente aboga por la cooperación con los países del sur para salir de la crisis
El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton ha pedido a Barack Obama que regularice a los millones de inmigrantes que todavía no tienen reconocidos sus derechos en el país.
En la campaña electoral, el presidente electo apenas habló de los inmigrantes, a pesar de que en el 2007 los congresistas republicanos paralizaron una iniciativa para regularizar a los sin papeles.
Durante una conferencia en México, Clinton ha dicho que EE.UU. debe cooperar con Europa para superar la actual crisis financiera y ayudar a evitar su impacto en los países de Asia, África y América Latina.
"Espero que Obama vea en esta crisis una oportunidad para unirse con sus vecinos del sur en un plan de recuperación coordinado y promover la reforma migratoria para dar camino a la legalización de los indocumentados mexicanos en Estados Unidos", ha dicho el ex mandatario en declaraciones recogidas por la agencia Efe.
En EE.UU. hay unos seis millones de mexicanos indocumentados y cada año cruzan hacia ese país unos 500.000 más. En total, se calcula que la primera potencia del mundo acoge a entre 10 y 12 millones de irregulares.
Multa y patrullas
Según el ex presidente, Obama compartía esa preocupación en la campaña con su mujer y ex rival por la candidatura demócrata Hillary Clinton. Concretamente, Obama planteó que quienes entraron ilegalmente paguen una multa y comiencen los trámites de regularización, comprometiéndose a aprender inglés y conocer la historia del país.
La legislación actual contempla penas de cárcel a quien dé trabajo e incluso alquile una casa a un irregular.
Si bien Obama se mostró contrario a las crecientes deportaciones que realiza el gobierno, se ha mostrado partidario de completar el muro fronterizo con México, de 1.125 kilómetros, y reforzar su seguridad con patrullas.