Hallan en México el animal más grande encerrado en ámbar
- Se trata de una lagartija de diez centímetros, que quedó atrapada hace 23 millones de años
- Se conserva casi entera mientras unas hormigas ya extintas le muerden la cola
- La han encontrado en una zona minera del estado de Chiapas, especializado en el uso de ámbar
El cuerpo de una lagartija de más de 23 millones de años fue localizado al interior de una pieza de ámbar en una mina del estado de Chiapas, en el sureste de México, en el que es probablemente el animal más grande encontrado en esta resina fósil.
Además del cuerpo "casi completo" y parte de la cola de la lagartija -que en total miden unos diez centímetros-, en la pieza de ámbar se observan las ya extintas hormigas leptomyrmex mordiendo al reptil, además de un grillo, peces polillas (pequeño pez) y restos vegetales.
Ámbar de Chiapas
El ámbar se utiliza en Chiapas para la elaboración de esculturas, joyería y artesanía, según ha explicado Ivan Milani, conservador de la pieza bautizada como Cocodrilo.
El hallazgo lo realizó en marzo pasado un minero de Simojovel, una zona de Chiapas donde se localizan las únicas vetas de ámbar de México.
"Al estar puliendo la pieza, el minero se dio cuenta de lo que había dentro y nos la trajo", ha señalado Milani, responsable del museo Piedra Escondida, en donde se exhibe de manera gratuita la piedra pulida, amarilla rojiza de aproximadamente 15 centímetros de diámetro.
Chiapas, estado fronterizo con Guatemala, posee una denominación de origen para su ámbar, que obliga a sus artesanos, artistas y orfebres a realizar la extracción de la resina a mano.
La más grande
"Se utilizan algunas herramientas como pequeños taladros, puntas de diamante. Vas más lento pero con más cuidado, lo que obviamente le da mayor valor al ámbar, y permite que se encuentran sorpresas como esta", ha explicado Milani, que ha detallado que en el mundo han sido descubiertas alrededor de 30 lagartijas suspendidas en ámbar pero normalmente miden entre tres y seis centímetros.
Probablemente "una gota de resina debió caerle encima a temperaturas muy elevadas hace aproximadamente 23,3 millones de años, que es el tiempo que tiene el ámbar chiapaneco", ha puntualizado.
La anatomía del reptil y de los otros organismos en el interior de la pieza están siendo estudiadas por el biólogo del Museo de Paleontología de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, Gerardo Carbot.