Las propuestas de España para la cumbre del G-20
- España expone su modelo de supervisión financiera como modelo a imitar
- También solicita un mayor control del FMI en el control financiero global
- Los bancos españoles piden mayor concreción en las propuestas
- Zapatero también exige mayor transparencias de las operaciones
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado que "ha llegado la hora de España para hablar con voz clara, fuerte y propia" para tratar de buscar soluciones al actual orden económico y social mundial.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega se felicitaba así de la asistencia de España a la reunión del G-20 de este fin de semana en Washington.
"Fuimos relegados por la historia, pero hoy, afortunadamente, ese tiempo quedó atrás. Hemos salido definitivamente del rincón de la historia para participar, desde la legalidad y con la legitimidad internacional", ha asegurado. Las propuestas de España
España propondrá en la cumbre de Washington, entre otras medidas, que el resto de países imiten su modelo de supervisión financiera, admirado en todo el mundo porque ha garantizado incluso en la actual crisis la solvencia de las entidades nacionales.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puede tener un papel "relevante" en la cumbre del G-20, ya que puede presumir ante el mundo de la solvencia de las entidades y recordar las "bondades" de las exigencias del Banco de España.
El supervisor nacional obliga a todas las entidades que operan en España a que dediquen en épocas de bonanza una parte de sus ganancias a provisiones preventivas con las que afrontar "con mayor comodidad" las dificultades en tiempos de crisis.
Mayor papel del FMI
En línea con las argumentaciones de la Unión Europea, según confirmaron fuentes gubernamentales, España defenderá que el Fondo Monetario Internacional adquiera mayor importancia en el control y la supervisión de las nuevas reglas del juego que se propongan o decidan en el encuentro del G-20.
En las últimas semanas, a medida que se iban conociendo las medidas adoptadas por los diferentes países, las entidades financieras comenzaron a reclamar una mayor coordinación internacional para hacer frente a la crisis financiera sin generar una competencia desleal.
Los bancos españoles piden más concreción
Así, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, pidió a las autoridades una "hoja de ruta" que diera respuestas coordinadas y no generara confusión ni problemas en los mercados, días antes de considerar que España debía estar en la reunión del G-20 y se mostraba convencido de que así sería.
Por su parte, el "número dos" de Botín y consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, advirtió esta semana de que las medidas que se tomen en la cumbre de Washington no deben romper "el equilibrio entre los diferentes países y las diferentes entidades, en función de la situación económica".
El resto de grandes entidades, BBVA, La Caixa y Caja Madrid mostraron también su apoyo a la presencia de España en la cumbre después de reunirse con el presidente del Gobierno, encuentro en el que le expusieron las fórmulas con las que en España se aseguran las inversiones y los depósitos.
Los presidentes de los dos grandes bancos y las dos grandes cajas españolas valoraron ante Zapatero el documento que la Unión Europea aprobó la semana pasada y que recoge las propuestas de la región a defender en la cumbre, por encontrarlo "ajustado a la actual situación económica", pero coincidieron en que tendría que ser "más preciso".
Mayor transparencia
En la cumbre de Washington, Zapatero propondrá que para ganar en transparencia que exista una mayor facilidad de comprensión sobre los distintos instrumentos financieros, en los que se incluirían, entre otros, los fondos de fondos de inversión o "hedge funds".
Otra área en la que España propondrá actuar es en la de la resistencia: reforzarla para que los mercados puedan seguir funcionando en situaciones de "estrés", y mejorar la transparencia de operaciones poco o nada reguladas.
Como ejemplo, España señala que hay que aumentar la transparencia de las operaciones fuera de mercados organizados u "over the counter" (OTC), es decir, aquellas que no pasan por el control de ninguna bolsa o mercado y cuyo precio deciden las partes en un acuerdo.
Regular el apalancamiento
Por otro lado, el Gobierno español quiere que se estudie cómo incorporar el "apalancamiento" o capacidad de endeudamiento de los agentes no financieros dentro de la regulación y supervisión.
El quinto eje de medidas a estudiar es el que reclama un "cambio de cultura" en el gobierno de las empresas financieras, para que opten por las operaciones a medio y largo plazo y descarten la especulación con movimientos a corto plazo.