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Desarticulada una organización internacional que traficaba con ucranianos en la UE

  • Hay 32 detenidos por trata de personas y otros 33 por estancia irregular
  • Hay imputados en España, Portugal, Italia, Polonia, Hungría y Eslovaquia
  • Toda la operación internacional se ha coordinado desde Málaga
  • En la investigación han participado más de 200 policías nacionales
  • En cuatro años podrían haber introducido al menos a 3.500 personas en la UE

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Nuevo golpe contra las bandas organizadas de explotación laboral y sexual. Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal internacional que se dedicada al tráfico de ciudadanos ucranianos en distintos países de la Unión Europea.

La operación se ha desarrollado en España, Portugal, Italia, Polonia, Hungría y Eslovaquia, y se ha coordinado desde Málaga.

Hay más de 70 imputados. Hasta el momento se ha detenido a 32 individuos acusados de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, asociación ilícita y trata de personas para su explotación laboral y sexual. Además, hay otros 33 detenidos por estancia irregular, 30 de ellos en España y otros 3 en Portugal.

La investigación, en la que han participado más de 200 policías nacionales, comenzó en septiembre del año pasado, cuando se detectó la existencia de una organización criminal internacional, integrada por ciudadanos ucranianos, que estaba traficando con seres humanos con destino a España, Portugal y a otros países de la Unión Europea.

Entre 2.500 y 3.000 euros por el viaje

Según todas las pesquisas, la organización llevaba cuatro años actuando, en los que podrían haber introducido en la Unión Europea, principalmente en España y Portugal, al menos a 3.500 personas.

Según la Policía, el grupo criminal captaba a sus víctimas mediante anuncios en prensa, revistas, tarjetas de visita y por el 'boca a boca' entre intermediarios, conductores y distintas empresas, como agencias de viajes o empresas de transporte de mercancías y viajeros.

Tras localizar en Ucrania a personas que quisieran trasladarse a la UE para trabajar en la economía sumergida o ejerciendo la prostitución, les proveían de los documentos necesarios y les instruían sobre qué argumentos utilizar para motivar su viaje, siempre por motivos turísticos.

La organización disponía para el traslado de los inmigrantes de una flota de furgonetas y minibuses, que eran conducidos por ucranianos con permisos de residencia en España, Portugal, y en menor medida en Italia y Francia.

La mayor parte de los inmigrantes transportados eran portadores de visados Schengen de corta duración (la mayoría de entre 5 y 10 días), con los que simulaban ser turistas. En otras ocasiones, eran introducidos clandestinamente por la frontera de Eslovaquia mediante camiones de mercancías, en habitáculos previamente habilitados y disimulados entre la carga.

Los miembros de la organización criminal engañaban a sus víctimas haciéndoles creer que con esos documentos podrían entrar en la Unión Europea y obtener, sin problemas, los permisos correspondientes de Trabajo y Residencia. De esta manera conseguían que les abonasen los importes del viaje, fijados entre 2.500 y 3.000 euros, cuando dicho viaje, en transporte regular, les costaría únicamente entre 300 y 500 euros.

Una vez en el territorio Schengen eran alojados en los denominados 'pisos-patera', situados principalmente en Milán (Italia) y en Málaga (España). En otras ocasiones también eran alojados en hoteles, barracones e incluso en los mismos vehículos en los que habían viajado.

Una operación gestionada internacionalmente

La operación continúa abierta y se espera materializar todas las Ordenes Europeas de Detención dictadas por las distintas autoridades judiciales involucradas.

El centro de coordinación policial estaba integrado por responsables policiales en la lucha contra las redes de inmigración ilegal y por analistas de Europol y SIRENE. Además, EUROJUST participó en el operativo policial, actuando como órgano de coordinación de la cooperación judicial europea.

En el ámbito internacional, han participado agentes del Servicio de Extranjería y Fronteras de Portugal, la Policía del Estado de Italia, la Guardia de Fronteras de Polonia, y la Unidad Nacional contra la Inmigración Ilegal de la Policía de Eslovaquia.