La lucha fraticida entre Segolene y el resto del partido ensombrece el congreso de los socialistas
- La ex candidata presidencial da un paso al frente y presenta su candidatura
- Su proyecto de apertura al centro y a la participación es el que cuenta con más apoyo
- Los otros tres candidatos se podrían unir para impedir que acceda al liderazgo
- En el congreso de este fin de semana los socialistas se juegan ser una alternativa
- Tras este encuentro, los militantes eligirán al nuevo primer secretario el 20 de noviembre
El Partido Socialista (PS) francés ha iniciado este viernes en Reims su 75 congreso, que debe redifinir su proyecto político y elegir a un nuevo primer secretario que sustituya a François Hollande, en medio de un clima de profundo enfrentamiento entre la candidata a la presidencia de Francia en las pasadas elecciones, Segolene Royal, y el resto de corrientes internas, que podrían unirse contra ella.
Royal, presidenta de la región de Poitou-Charentes y que encarna la corriente mejor representada en el Congreso, ya ha dado un paso al frente al anunciar oficialmente su candidatura en boca de uno de sus portavoces, Manuel Valls.
"Espero que este congreso sea útil y sereno. Esperemos que encontremos la fuerza de unirnos y hallar la fuerza del cambio", ha declarado Royal, de 55 años, a su llegada al congreso.
El proyecto de Royal es el más innovador de los que se presentan, al representar un giro al centro y deseo de hacer del PS "un gran partido democrático, popular y de movilización social", lo que implica abrirlo a una militancia amplia, para lo cual preconiza una reducción de las cuotas de afiliación.
La ex candidata ha logrado con estas propuestas ser la más apoyada por los militantes el pasado día 6, cuando obtuvo el 29% de los votos.
Todos contra Segolene
Por su parte, los alcaldes de París, Bertrand Delanoe, y Lille, Martine Aubry, además del representante del ala izquierda del partido Benoit Hamon, encabezan el resto de movimientos internos que han protagonizado en los últimos días procesos de distanciamiento de la ex candidata.
Los tres se han reunido en París horas antes de viajar a Reims, lo que hace pensar que continúan los esfuerzos para elaborar un frente de oposición a la ex candidata presidencial.
Royal dio hace unos días el primer paso para formar una candidatura única en torno a su texto político, pero el resto de los líderes no parecen dispuestos a secundarla.
Y es que los tres tienen una fuerza considerable ante la militancia. Delanöe fue segundo con el 25,2% de los votos, pese a que contaba con el apoyo del primer secretario saliente y de buena parte de la actual dirección, que le considera el aspirante de la continuidad.
Aubry, que aglutina en su candidatura a corrientes lideradas en el pasado por el ex primer ministro Laurent Fabius y por el actual director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, obtuvo el 24,3% de los votos, por delante de Hamon (18,4%), que representa el ala más izquierdista de la formación.
Aubry y Hamon la consideran poco progresista y han expresado su rechazo de forma pública, al tiempo que han comenzado a obrar para formar un frente anti-Royal.
"Creo que la concepción del PS de Royal no es compartida por la mayoría", ha asegurado Reims Fabius, quien ha instado a la unión de las otras tres corrientes para cerrar el paso a la presidenta de Poitou-Charentes.
El factor Delanöe
Más ambiguo aparece el entorno de Delanöe, que amalgama personalidades abiertas a un pacto con Royal y otras hostiles a la ex candidata presidencial.
El propio alcalde de París se ha esforzado en los últimos días en marcar distancias con la antigua aspirante al Elíseo.
Entre los principales puntos de discrepancia figura la apuesta de Royal de abrir la puerta a alianzas con formaciones de centro, como el MoDem de François Bayrou.
Esta división reproduce el enfrentamiento que ya hubo en el seno del partido socialista, donde la propia Royal tuvo que enfrentarse a Strauss-Kahn por la derecha y a Fabius por la izquierda.
Historial de divisiones
Sin embargo, en ese caso contaba con el apoyo de su por entonces pareja, el primer secretario saliente, François Hollande, que ahora apoya a Delanöe tras la ruptura personal y política con su pareja.
El Congreso de Reims -compuesto por 631 delegados repartidos en función del apoyo logrado por cada corriente- deberá designar a la llamada "comisión de resoluciones", integrada por 102 miembros y encargada de elaborar un texto de síntesis entre todas las corrientes.
En caso de que no haya acuerdo, los delegados elegirán una, que irá acompañada de un Consejo Nacional, máximo órgano de dirección del partido.
Aunque la elección del primer secretario va separada de este proceso (tendrá lugar el próximo día 20 por sufragio directo de los militantes), un congreso resuelto con división entre las facciones puede ser devastador para un partido que pretende presentar un proyecto creíble alternativo a Sarkozy en 2012.
"Es un congreso delicado porque ningún proyecto tiene la mayoría", ha reconocido Hollande, que ha pedido unidad a los socialistas por encima de las ambiciones personales.
Más gráfico ha sido Gerard Collomb, alcalde de Lyon -segunda ciudad del país- y partidario de Royal. "Un frente de todos contra Segolene sería catastrófico para el PSE y sería a ojos de los franceses un error que no nos van a perdonar", ha advertido.