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Un informe culpa a los pilotos del accidente de avión en el que murió un ministro mexicano

  • El Gobierno mexicano revelan los errores que provocaron el accidente
  • Se acercan en exceso a otro avión y carecían de formación suficiente
  • Han descartado el atentado por la ausencia de explosivos
  • En el accidente murió el ministro del Interior, Juan Camilo Mouriño

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Un fallo de los pilotos pudo causar el accidente de Mouriño

El Gobierno de México ha revelado que los pilotos del avión en el que murió la semana pasada el ministro del Interior, Juan Camilo Mouriño, cometieron errores que al parecer provocaron el accidente, al acercarse en exceso a otro aparato, y que carecían de formación suficiente para manejar la aeronave.

La información fue proporcionada en una rueda de prensa por el ministro de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, que presentó un informe preliminar de las investigaciones elaborado a partir del contenido de las cajas negras del avión, analizadas esta semana en Washington.

Téllez indicó asimismo que no existe "evidencia alguna de sabotaje o de la presencia de explosivos" en el avión, por lo que por ahora se descarta la hipótesis de atentado.

La investigación presentada hoy se basa sobre todo en un informe del National Transportation Safety Board (NTSB), una agencia de investigación especializada en accidentes aéreos que es independiente del Gobierno estadounidense y que fue entregado hace dos días a las autoridades mexicanas.

"La transcripción certificada de los contenidos de la caja negra de audio muestra falta de familiaridad del capitán (Martín de Jesús) Oliva con los instrumentos en cabina al fallar repetidamente en la introducción de datos en los sistemas electrónicos", indicó el ministro al principio de su exposición.

Según Téllez, "resulta notoria la desorientación respecto a la ubicación geográfica (de los pilotos) al dudar si sobrevolaban Querétaro o Morelia y la refinería de Tula o la de Salamanca", en el trayecto del avión desde la ciudad de San Luis Potosí, en el centro-norte del país, y Ciudad de México, donde se estrelló.

No guardaron la distancia adecuada con otro avión

Del análisis también se desprende que el avión en que viajaba Mouriño, un 'Learjet 45', considerado de tamaño mediano y de 9,4 toneladas, no guardaba la distancia adecuada con el avión que le precedía, un 'Boeing 76-300', de gran tamaño y de 175 toneladas. La separación entre ambos era de 4,15 millas náuticas (unos 7,6 kilómetros) en el momento en que se perdió la comunicación por radar con el aparato siniestrado, cuando debe ser de 5 millas náuticas, según los manuales de procedimiento de aviación civil, dijo.

La transcripción de la grabación de voces dejó patente además que el avión de Mouriño, en el que viajaban otras ocho personas más, todas ellas también fallecidas al igual que cuatro transeúntes que pasaban por el lugar del accidente, "entró en una turbulencia que sorprendió a los tripulantes".

"En cuestión de segundos la situación empeoró" y "el piloto recurrió al copiloto, que tenía más experiencia, pero éste no pudo retomar el control" del aparato, agregó Téllez. Al margen de esas deficiencias, el ministro reveló que tanto Oliva, el piloto, como su copiloto, Álvaro Sánchez Jiménez, contaban con licencia vigente para volar, pero "la investigación revela presuntas deficiencias en los procesos de capacitación y certificación de ambos para operar el Learjet".

"Se está investigando por el grupo de factores humanos la obtención de sus certificados de capacidad especialmente en el manejo del Learjet 45", con el que Oliva tenía una experiencia de apenas 57 horas de vuelo.