Enlaces accesibilidad

Extremoduro hace saltar los fusibles de Madrid ante más de 14.000 personas

  • Los fallos técnicos no han socavado la fuerza de la banda extremeña
  • La banda ha intercalado sus temas míticos con las canciones de La ley innata
  • Su último trabajo les ha proporcionado un disco de oro

Por
EXTREMODURO
Robe Iniesta, líder de Extremoduro, y el guitarrista Iñaki 'Uoho' Antón, durante el concierto de este viernes.

La veterana banda de rock Extremoduro ha hecho saltar este viernes los fusibles de Madrid con el sonido de sus guitarras, ante las más de 14.000 personas que abarrotaron el Palacio de los Deportes.

Durante casi tres horas de concierto, el grupo liderado por Robe Iniesta ha demostrado su experiencia y que, con once discos a sus espaldas, aún tiene mucho que ofrecer.

A pesar de un fallo técnico que se repitió durante varios momentos de la noche, el grupo extremeño ha sabido conectar con el público a través de sus temas más míticos como So payaso, Salir o Sucede, que intercalaron con canciones de La ley innata, su último trabajo, que les ha valido un disco de oro.

Público heterogéneo

Entregados adolescentes en manada frente a treintañeros solitarios, macarras del barrio y hasta las pijas de turno no dejaron de acudir a la cita. Sin embargo, no podían faltar las chupas de cuero y las melenas de los rockeros más talluditos; de aquellos que vivieron su juventud escuchando la poesía urbana de Extremoduro.

Poco después de las 22.30 horas, y cuando los ánimos empezaban ya a calentarse, las luces se apagaron, cayó el telón y empezaron a sonar los primeros acordes de Deltoya. Así es como apareció Robe, ataviado con sus clásicos pantalones hippies y una camiseta morada, en una actitud de constante complicidad con su compañero de fatigas, el guitarrista Iñaki Uoho Antón.

Sin concesiones, a excepción de un "¡Que pasa, yepa!" al final del primer tema, la banda -formada además por J.I. Cantera a la batería y Miguel Colino en el bajo- no tardó en iniciar un repaso por algunos grandes éxitos de la talla de Historias Prohibidas o Golfa, momento en que comenzó la agitación entre la gente del foso.

Para sorpresa de todos, y en especial de los fans más antiguos, Extremoduro se lanzó enseguida a tocar algunos temas de La ley innata como Dulce introducción al caos, cuando los saltos fueron sustituidos por mecheros encendidos.

Después de otras dos canciones de su último disco, y aunque la mayoría del auditorio pudo seguir la letra sin aparente dificultad, el concierto perdió la fuerza e intensidad lograda hasta el momento, ya que se trata de temas muy largos y quizás poco apropiados para un directo.

Parón forzado

Con Buscando una luna llegó el ecuador y pareció recuperarse el ritmo. Sin embargo, la tranquilidad no duró demasiado y de pronto el sonido se interrumpió debido a un fallo técnico en el escenario, pese a que la gente creyó que se trataba de un corte intencionado y siguió cantando a capella durante varios minutos.

Extremoduro anunció entonces su habitual descanso de cuarto de hora -que terminó prolongándose casi el doble de lo previsto- para tratar de arreglar el caos. En este periodo, se hicieron algunas pruebas de sonido, e incluso uno de los responsables salió al escenario para disculparse en nombre de la banda.

Abrieron la segunda parte con Papel Secante, y Robe -que, como de costumbre, suele dirigirse al auditorio en pocas ocasiones- lanzó un grito profundo en Sucede. El cantante, guitarrista y compositor hizo alarde de una voz profunda aunque cascada, y que le aguantó en firme hasta las últimas notas de hits como Santby o Puta.

Final clásico

Jesucristo García -uno de los temas con los que Extremoduro dio el salto a la fama- supuso el clímax de la noche, el instante en que el escenario vibró con más electricidad y el público echó el resto. Poco después, el cantante extremeño anunció que llegaba la hora de cerrar: "Hasta el próximo año. O si no, al otro o al otro. Os queremos".

Sin embargo, el verdadero adiós no llegó hasta tres canciones más tarde, cuando con Ama, ama, y ensancha el alma, Robe se despidió haciendo un leve gesto con la mano, de hecho, no volvió a aparecer en el escenario junto al resto del grupo cuando salieron a saludar.

Extremoduro volverá a subirse este sábado al mismo escenario, donde repetirá también el aforo completo -aunque en esta ocasión estará teloneado por el grupo Memoria de Pez- para cerrar definitivamente su "Gira 2008".