El hallazgo de inmensos glaciares en Marte abre la puerta a misiones habitadas
- Encuentran grandes mesas de hielo en latitudes bajas, lejos de los polos
- Se encuentran a unos pocos metros de la cubierta rocosa del planeta
- Se extienden en superficies de miles de kilómetros cuadrados
- Fueron detectadas por la Mars Reconnaissance Orbiter hace un año
Marte no solo tuvo agua, sino que conserva inmensos glaciares en toda su superficie a pocos metros de su superficie que podrían cubrir las necesidades de este elemento en futuras misiones tripuladas al planeta rojo.
Así se recoge en un estudio realizado por un grupo de científicos estadounidenses que publica la revista Science, donde se detalla que estos glaciares están lejos de los polos, en las latitudes bajas del planeta, y que en algunas ocasiones se encuentran a menos de tres metros de profundidad.
"Se trata de un descubrimiento muy importante porque no sólo constata la existencia de agua en Marte sino que cubre la necesidad de ese elemento que tendrán las futuras misiones interplanetarias", ha señalado Ali Safaeinili, científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
Debido a que el agua es uno de los ingredientes esenciales de la vida tal como la conocemos en la Tierra, el hallazgo de grandes reservas del líquido congelado es un signo alentador para los científicos que buscan vida más allá de nuestro planeta.
Un año de espera
El descubrimiento fue hecho con el radar de la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la agencia espacial estadounidense hace un año.
"Tardamos en hacer el anuncio del descubrimiento porque queríamos estar seguros de él e hicimos todas las verificaciones posibles", ha agregado el investigador.
Estas verificaciones fueron positivas en todos los casos. Por ejemplo, los ecos del radar recibidos por el orbitador pasaron a través del material y rebotaron desde una superficie interior más profunda sin una pérdida importante de su fuerza, como ocurre cuando hay agua con una capa relativamente delgada que la cubre.
Por otra parte, la velocidad de las ondas de radio que atravesaron la capa se ajusta a una composición de agua congelada.
Los glaciares en los que se centró el estudio están ubicados en la región de la cuenca de Hellas, en el hemisferio sur marciano, pero el radar también detectó formaciones similares en el hemisferio norte.
"Existe un volumen todavía mayor de agua congelada en los depósitos del norte", ha asegurado Jeffrey Plaut, científico de JPL.
Reserva de agua
Los glaciares cubren una superficie de decenas de miles de kilómetros cuadrados y se extienden desde las montañas marcianas con un espesor en algunos casos de unos 800 metros.
La capa de material rocoso que cubre el hielo, en otros casos de un grosor de unos pocos metros, posiblemente preservó los glaciares como reliquias de una pasada glaciación.
Los primeros indicios de agua en Marte fueron detectados hace cuatro años por los vehículos Spirit y Opportunity y confirmados después por el Phoenix, un tercer vehículo de la NASA.
"Sin duda estos glaciares representan la mayor reserva de agua en Marte, lejos de las capas polares. Sólo uno de los que examinamos es tres veces más extenso que la ciudad de Los Ángeles (California)...y hay muchos más", ha indicado John Holt, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Texas y autor del informe.
El misterio 'Viking'
El descubrimiento hecho por el radar de MRO despeja también un misterio que había surgido en la década de 1970 cuando las sondas Viking de la NASA detectaron faldas ondulantes que provenían de las montañas.
Una teoría indicaba que se trataba de flujos de rocas lubricadas por el hielo. Sin embargo, Holt ha desvelado que se parecían mucho a los enormes glaciares detectados también bajo la roca en la Antártida y para cuyo estudio se había utilizado el radar.
"Y en la Tierra, esas masas de hielo oculto en la Antártida preservan el registro de antiguos organismos y la historia del pasado climático", ha asegurado James Head, científico de la Universidad de Brown.
La solución del rompecabezas fue proporcionada por el radar de la sonda de la NASA, el cual indicó que esas configuraciones topográficas contienen enormes cantidades de hielo.