Hillary Clinton acepta dirigir la política exterior de Obama
- La senadora por Nueva York dice sí tras una segunda reunión con el presidente electo
- "Estoy preparada", le ha dicho a sus confidentes citados por 'The New York Times'
- Estaba previsto que el nombramiento se hiciera público después de Acción de Gracias
- Se han superado dos obstáculos: sus disputas con Obama y los negocios de su marido
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La senadora por Nueva York, Hillary Clinton, ha aceptado ser la nueva secretaria de Estado en la Administración de Barack Obama, según ha desvelado el rotativo The New York Times.
De esta forma, Clinton dejará su escaño en el Senado y será el rostro internacional de Obama en su nuevo gobierno, a pesar de mantener una lucha cerrada con él de cara a ser el candidato demócrata a la Casa Blanca en 2008.
Según detalla el periódico neoyorquino, Clinton ha tomado la decisión tras mantener conversaciones específicas con Obama sobre la naturaleza de su papel y sus planes para la política exterior, de acuerdo con uno de los confidentes de la senadora.
Hillary, "más cómoda"
Los asesores de Obama había subrayado este jueves que el nombramiento de Clinton iba por buen camino, pero los cercanos de la ex primera dama sólo han confirmado ahora que quiere el puesto.
"Ella está preparada", ha adelantado el confidente a The New York Times, que ha asegurado que ella ha querido mantener una nueva conversación con Obama porque la que tuvieron la pasada semana en Chicago fue "demasiado general".
De este nuevo encuentro no se han sacado concesiones particulares para Clinton, pero ella se ha sentido "más cómoda", con la idea de trabajar con Obama.
Una segunda fuente ha confirmado que el equipo de Clinton daba el acuerdo por hecho, pese a que el de Obama había subrayado que no habría nombramiento oficial hasta el Día de Acción de Gracias, el próximo 27 de noviembre.
Dos obstáculos
El nombramiento de Clinton tenía dos obstáculos principales. El primero era de coherencia política, ya que podría ser difícil de entender que alguien que ha estado durante meses criticando la inexperiencia de Obama se convierta en su rostro en la política internacional.
Sin embargo, en el bando de Clinton también ha pesado el hecho de que, pasando de ser rival a compañera de Obama, puede tener más influencia en la nueva política internacional del ex senador por Illinois, corrigiendo su posible bisoñez.
El otro elemento discordante proviene de su marido, cuyas actividades han sido sometidas a riguroso examen por el equipo de Obama.
En un gesto para facilitar el nombramiento de su mujer, Clinton ha accedio a las condiciones del equipo de transición de Obama, dando los nombres de los 208.000 donantes de su fundación dedicada a los negocios y a la filantropía y, sobre todo, accediendo a restringir sus discursos pagados en el futuro y su papel en su fundación internacional.