El primer ministro de Tailandia se traslada al norte del país por motivos de seguridad
- Se instala en la ciudad Chiang Mai ante el acoso de los manifestantes
- Los aeropuertos de Bangkok continúan tomados
- La oposición amenaza con una revuelta popular
El primer ministro de Tailandia, Somchai Wongsawat, ha instalado, de forma indefinida, su centro de gobierno en la ciudad de Chiang Mai, al norte del país, en respuesta al acoso de los manifestantes y las discrepancias con el Ejército.
Wongsawat, quien desde que asumió el cargo a principios de septiembre no ha podido emplear el palacio de Gobierno de Bangkok, que ocupan los manifestantes, se ha visto forzado a viajar el miércoles a Chiang Mai, después de que los manifestantes de la antigubernamental Alianza del Pueblo para Democracia se hicieran con el control de los dos aeropuertos capitalinos.
"El primer ministro no tiene planes de regresar a Bangkok a corto plazo debido a que existe cierta incertidumbre acerca de los movimientos de los militares", ha explicado en rueda de prensa el viceportavoz del Gobierno Suparat Nakboonnan.
El ministro se instala en el norte del país
En Chiang Mai, a donde también se han trasladado algunos miembros del Gabinete, Wongsawat despacha por teléfono y videoconferencia con sus colaboradores y destacados funcionarios de la Administración, que continúan en la capital tailandesa.
"Todos los movimientos del primer ministro se mantienen en secreto por motivos de seguridad", ha apuntado el viceportavoz gubernamental.
Chiang Mai, a unos 600 kilómetros de la capital, es una plaza fuerte del Partido del Poder del Pueblo (PPP), que lidera Wongsawat, y a su vez ciudad de la que es originario su cuñado, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto hace dos años por medio de un golpe de Estado.
Estado de excepción en los aeropuertos
Wongsawat ha declarado el jueves el estado de excepción en los aeropuertos de Suvarnabhumi y de Don Muang, con el fin de recuperar el control sobre ambas instalaciones mediante una operación de desalojo a cargo de la Policía, y con el apoyo de efectivos de la Fuerza Aérea y la Armada, pero no del Ejército, cuyo jefe, el general Anupong Paochinda, se ha mostrado contrario a adoptar esa medida.
El traslado del centro de gobierno a Chiang Mai ocurre en medio de intensos rumores sobre un golpe de Estado, y después de que el general Paochinda instara al primer ministro a disolver el Parlamento y convocar elecciones como solución a la profunda crisis política en la que está inmersa Tailandia.