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Luxemburgo limitará los poderes del gran duque tras su negativa a legalizar la eutanasia

  • El parlamento cambiará la constitución para que el rey no tenga que sancionar las leyes
  • Su papel se limitará a promulgar el texto legal, es decir, a realizar un acto administrativo
  • Ya había anunciado que no apoyaría la ley sobre la eutanasia por razones de conciencia
  • El texto recoge la legalización de este delito en determinados supuestos

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El primer ministro luxeburgués, Jean-Claude Juncker, ha anunciado que su país va a cambiar su constitución para reducir las prerrogativas del gran duque, tras negarse éste a firmar un proyecto de ley que legaliza la eutanasia.

"Para evitar una crisis institucional y al mismo tiempo respetar la opinión del gran duque, vamos a suprimir el término sancionar en el artículo 34 de la Constitución por el de promulgar, lo que querrá decir que él solo va a promulgar las leyes para entren en vigor", ha asegurado el primer ministro.

Promulgar, no sancionar

El gran duque verá así sus prerrogativas reducidas, ya que la constitución estipula actualmente que debe "sancionar y promulgar" las leyes en un plazo de tres meses desde su aprobación por el parlamento.

Actualmente, "el gran duque cree que si sanciona la ley debe hacer suya la voluntad del parlamento y debe estar de acuerdo con sus textos", ha explicado el ministro de Justicia, Luc Frieden.

"La solución propuesta por el gobierno quiere evitar que como monarca constitucional emita una opinión, ya que el gran duque debe estar por encima de la disputa partidista ", ha añadido.

"Con la reforma él no participará en el proceso legislativo, por lo que va a firmar la ley para cumplir un procedimiento administrativo", ha recalcado el ministro.

Polémica ley

Este cambio llega tras la advertencia del gran duque a los líderes políticos luxemburgueses de que no firmará la ley que legaliza la eutanasia en determinadas supuestos por motivos de conciencia, sumergiendo a sus país en una crisis institucional sin precedentes desde 1919.

El texto, que despenaliza este delito en algunos suspuestos, fue adoptada en primera votación por los diputados el pasado febrero.

Sin embargo, no cuenta con una mayoría cualificada, ya que, frente al apoyo de los diputados socialistas de la mayoría gubernamental y de los verdes y los liberales, que están en la oposición, cuenta con la negativa frontal de los socialcristanos del primer ministro Juncker, que temen una banalización de la eutanasia.

La segunda y la tercera votación deben poder realizarse este mismo mes, tras la revisión constitucional.