Desalojo en Hebrón de una vivienda ocupada por colonos judíos
- Las fuerzas de seguridad israelí ha sacado de la casa a 250 colonos judíos
- La justicia había ordenado el desalojo hasta que se aclare su propiedad
- El lugar se había convertido en un símbolo de la ultraderecha judía
- Los colonos han respondido atacando propiedades palestinas cercanas
Las fuerzas de seguridad israelíes han desalojado, en una operación relámpago, a unos 250 centenares de colonos judíos que se habían atrincherado en una vivienda de Hebrón cuya propiedad se disputan israelíes y palestinos, y que se había convertido en un símbolo del movimiento ultraderechista judío.
Las fuerzas de seguridad han sorprendido con la guardia baja a primera hora de la tarde a los miles de colonos y simpatizantes, en su mayoría menores de edad, que prometían resistir por todos los medios la expulsión del inmueble.
En apenas 45 minutos, medio millar de policías israelíes lograron sacar uno por uno a los amotinados dentro de la polémica casa, cuya evacuación había sido ordenada por el Tribunal Supremo de Israel el pasado 16 de noviembre.
Durante el desalojo se produjeron forcejeos entre las fuerzas de seguridad y los ocupantes que se saldaron con 30 heridos de escasa consideración entre los colonos y tres policías heridos por las piedras lanzadas desde la casa. Asimismo, un agente resultó herido grave en el rostro y la cabeza después de ser rociado con un líquido arrojado por colonos.
Operación sorpresa
Un mando policial en la zona, Avshalom Feld, ha comentado que la operación se ha llevado a cabo por sorpresa "porque sabíamos que (los amotinados) habían almacenado todo tipo de piedras y ácido".
En el desalojo han participado de forma coordinada centenares de efectivos antidisturbios, agentes de la Policía de Fronteras, y el Ejército, que a lo largo de la tarde tuvieron que emplearse a fondo para impedir que los jóvenes se acercaran nuevamente al lugar.
Así, se ha disparado granadas de estruendo y gases lacrimógenos contra las masas esporádicas de radicales judíos, que en respuesta al desalojo incendiaron terrenos de cultivo y propiedades palestinas colindantes al inmueble y al asentamiento de Kiriat Arbá, baluarte del movimiento colono y donde residen 6.500 israelíes. La ciudad -donde judíos y musulmanes veneran las tumbas de los patriarcas bíblicos, Abraham, Isaac y Jacob- es la única de Cisjordania con asentamientos en el interior.
Venganza judía
Después de atacar las propiedades palestinas cercanas al inmueble, los colonos judíos han extendido sus represalias a toda la región, con el resultado de ocho palestinos heridos, tres de ellos por arma de fuego. Los disturbios han llegado hasta Jerusalén, donde 20 personas han sido arrestadas y tres policías han sido heridos por los manifestantes.
Los colonos aseguran que compraron a un palestino la vivienda, que denominan "Casa de la Paz", de forma legal, en tanto que los palestinos, apoyados por una ONG local, denuncian que los documentos fueron falsificados.
Los jueces no se han manifestado en la cuestión de la propiedad pero, hasta que lo hagan, han ordenado el desalojo con carácter preventivo. El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, se ha reunido por la mañana con los dirigentes colonos, sin alcanzar un acuerdo para que abandonasen la casa de forma pacífica, lo que ha precipitado el desalojo.