Una década de Hugo Chávez: y lo que le queda
- El presidente venezolano cumple 10 años al frente del país
- Promete seguir "una década más en el poder"
- Ha superado un golpe de Estado y un referéndum
- Su actual mandato le mantendrá en el poder hasta 2013
- Ha iniciado una reforma constitucional para poder ser reelegido de nuevo
- Las últimas elecciones regionales impulsan el poder de la oposición
Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ha celebrado un cumpleaños especial: diez años desde que ganara las elecciones que le llevaron a la presidencia. En un mitin para festejar esta fecha, el mandatario ha asegurado que piensa "seguir una década más" al frente del país. Para ello, ya ha dado órdenes a su partido para que activen una reforma constitucional que le permita mantenerse en el poder.
Arropado por su fieles y con su habitual verbo incendiario, Chávez ha asegurado que "se preparár física y mentalmente para trascender en 2012", que es cuando acaba su actual mandato.
Diez años en el sillón
Y es que una década en el poder da para mucho. Y si el que está al frente es el venezolano Hugo Chávez, los diez años se intensifican al máximo. Si no, que se lo digan a todos aquellos a los que Chávez ha pasado por su ojo crítico.
Tras encabezar un golpe de Estado y pasar por la cárcel, Chávez obtuvo en 1998 el 52% de los votos y se convirtió en el presidente más joven de la historia de Venezuela. Desde entonces, el líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha dirigido los designios del país sudamericano.
Llegó al poder con una promesa clara: cambiar la Constitución. Al jurar su cargo, a inicios de 1999, Chávez ya expresó su posición al respecto con la sinceridad que le caracteriza: "juro sobre esta moribunda constitución...". Ese mismo año inició las acciones para renovar la Carta Magna venezolana.
Siempre con el apoyo del pueblo (el 92% del país acordó la convocación de una Asamblea Constituyente y el 70% aprobó el nuevo texto), Chávez empezó su mandato con una nueva Constitución. Tras el cambio de rumbo del país, el mandatario puso su poder en manos de los ciudadanos en julio de 2000. De nuevo, Chávez fue reelegido en unas elecciones que tenían por fin "relegitimar todos sus poderes".
El golpe de Estado, punto de inflexión
Su momento más crítico al frente del país se produjo en 2002, cuando Chávez sufre en sus propias carnes un golpe de Estado. El presidente se entregó el 12 de abril tras una revuelta entre golpistas y opositores que acabó con 12 muertos.
Los militares que dieron el golpe aseguraron que Chávez renunció al poder y Pedro Carmona se autoerigió como presidente interino. La 'mareja roja' inundó las calles venezolanas en favor de Chávez, que fue liberado en la madrugada del 14 de abril, retomando el poder del país.
La normalidad no regresó a Venezuela, y las protestas opositoras derivaron en un paro general el 2 de diciembre de 2002, convocado por los sindicatos opuestos al gobierno. El paro, que se mantuvo durante 62 horas, generó el caos en Venezuela, que sufrió escasez de combustibles y alimentos.
Las oposición no se detuvo y dos años después, Chávez se enfrentó a un referéndum, que ganó con el 59% de los votos. Aunque la oposición acusó al presidente de fraude, Chávez superó así la mayor crisis de todo su mandato.
Coleccionista de polémicas
Ocho millones de votos le auparon de nuevo a la reelección en las elecciones de 2006. Su 'Socialismo del siglo XXI' repitió triunfo y amplió su mandato hasta 2013.
Su reelección condujo el país a nuevas nacionalizaciones de empresas y Chávez tomó una de las decisiones más controvertidas de su presidencia. El 27 de mayo de 2007 decidió no renovar la licencia a Radio Caracas Televisión y recibió una lluvia de críticas tanto desde fuera como desde dentro del país.
Además, sus últimos años en el poder han dejado todo un rosario de polémicas. Su claro desacuerdo con el presidente de EE.UU., George W. Bush o con el ex presidente español, José María Aznar, han dejado para el recuerdo algunos de los ataques verbales más directos que se recuerdan en la política internacional.
Además, en 2008, el ya inolvidable "¿Por qué no te callas?" del Rey Don Juan Carlos al propio Chávez en la Cumbre Iberoamericana, puso en duda las renovadas relaciones entre Venezuela y España.
Primeros signos de cambio
Tras diez años de mandato ininterrumpido, las últimas elecciones regionales han puesto en duda el apoyo popular del mandatario más singular de América Latina. A pesar de hacerse con el control de 17 de las 22 gobernaciones en disputa y un 80% de las 330 alcaldías, la oposición se hizo con el poder en cinco gobernaciones y varias alcaldías, incluida la Mayor de Caracas, territorios que concentran más del 40% de la población del país.
Ante el peligro, Chávez impone soluciones. El presidente venezolano ha mandado a su partido iniciar el proceso de una reforma constitucional que permita su reelección, hecho que ya fue rechazado en referendum por el pueblo venezolano.
A pesar de todo, el presidente ha anunciado que su proyecto socialista inicia ahora "una nueva etapa" de diez años que debe estar signada por "una especie de exorcismo", a fin de "derrotar las viejas costumbres" y lacras como la "corrupción".
El jefe de Estado asumió que el 23 de noviembre, día de las elecciones regionales, supuso el principio del "tercer período revolucionario". "Lo que se impone ahora es una revolución dentro de la revolución" y "la consolidación del proyecto bolivariano en todo el territorio bolivariano". Para terminar, Chávez recordó la premisa con la que ganó sus últimas elecciones: "El futuro de Venezuela o es socialista o es nada, o es la muerte".