Confirman la existencia de un gran agujero negro en el centro de la Vía Láctea
- La confirmación llega gracias a 28 estrellas que orbitan alrededor de la Vía Láctea
- Los científicos creen que los agujeros negros pueden contribuir a la creación de galaxias
- Situado 26.000 años luz, tiene una masa equivalente a cuatro millones de soles
Astrónomos alemánes han confirmado la existencia de Sagitario A, un agujero negro supermasivo en nuestra galaxia que se encuentra a 26.000 años luz de la Tierra.
La confirmación de la existencia de este agujero negro llegó tras 16 años de investigaciones y el detonante fue que los científicos lograron seguir desde Chile el movimiento de 28 estrellas que giran alrededor de la Vía Láctea, según recoge un estudio publicado en The Asthrophysical Journal
Este agujero negro sería cuatro millones de veces más masivo que el Sol. Los agujeros negros son objetos con una gravedad tan fuerte que nada puede escapar de ellos, ni siquiera la luz.
El descubrimiento del movimiento de estas 28 estrellas complementa a otros indicios que apoyaban la teoría de la existencia de este gran agujero negro, de muy difícil observación por la enorme cantidad de gas y polvo que hay en el centro de la Vía Láctea.
El pasado mes de noviembre los científicos lograron captar las imágenes de los destellos de Sagitario A devorando nubes de gas. Estas fotografías unidas al hecho de que hay estrellas orbitando a su alrededor lleva a los científicos a concluír que se trata, sin duda, de un agujero negro supermasivo.
No solo devoran, también crean
Robert Massy, miembro de la Real Sociedad Astronómica, ha declarado a la BBC que el resultado del estudio sugiere que las galaxias se forman alrededor de los agujeros negros. "A pesar de que vemos a los agujeros negros como una amenaza porque si te acercas mucho a ellos te engullen, puede ser que contribuyan a la formación de las galaxias", señala Massy.
El profesor Reinhard Genezl, director del equipo científico, añade que los agujeros negros hacen "que la materia se junte" lo que unido "a la suficiente densidad de esta materia, lleva a que fomenten la formación de estrellas".
"Sin duda, el aspecto más espectacular de este estudio de 16 años es que ha dado como resultado lo que se considera la mejor evidencia empírica de que los agujeros negros supermasivos realmente existen", asegura.
"Las órbitas estelares en el centro de la galaxia demuestran que la concentración que ahí existe de cuatro millones de masas solares debe ser, sin ninguna duda, un agujero negro", concluye Genelz.