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La cadena británica Sky emite el suicidio asistido de un paciente terminal

  • El documental muestra las últimas horas de un hombre de 59 años
  • Los hechos sucedieron en 2006, en la clínica suiza Dignitas
  • Los asistentes le suministran una dosis de barbitúricos
  • La emisión ha levantado una gran polémica en el Reino Unido
  • Gordon Brown se ha mostrado en contra de los suicidios asistidos

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Polémica en el Reino Unido por la emisión de un suicidio asistido

La cadena de televisión británica Sky emitió este miércoles el suicidio asistido de un paciente terminal. El documental, titulado ¿Derecho a morir? muestra las últimas horas de vida del profesor universitario Craig Ewert, de 59 años, a quien se le suministra una dosis letal de barbitúricos.

La muerte tuvo lugar el 26 de septiembre de 2006 en Suiza, país donde, a diferencia del Reino Unido, es legal la eutanasis con ciertas condiciones. Ewert contó en el momento de su muerte con la ayuda del polémico grupo de asistencia suizo Dignatas.

El paciente pagó a esta organización 3.000 libras (unos 3.500 euros) por el suicidio, la cremación y el traslado de las cenizas al Reino Unido.

A Craig Ewert le fue diagnosticada en abril de 2006 una grave enfermedad neuro motora degenerativa que le condenó a vivir dependiendo de un respirador artificial. Los médicos le dieron entre 2 y 5 años de vida.

Por esta razón, y con el consentimiento de su mujer y sus dos hijos, Ewert decidió viajar a esta clínica suiza para acabar con su vida. No quería vivr en un cuerpo que él mismo describió como una "tumba viviente".

"Me gustaría seguir adelante, pero realmente no puedo. Cuando estás totalmente paralizado, no puedes hablar, no puedes andar, no puedes mover los ojos, ¿cómo le haces saber a alguien que sufres?", confesó el ex profesor de informática.

Dosis letal

El documental que ha emitido la televisión británica muestra al profesor universitario antes de su muerte, acompañado de su mujer, Mary Ewert. En un momento de la grabación un miembro de la clínica Dignitas le proporciona una dosis de barbiturato de sodio y le advierte: "Mr Evert, si bebe esto morirá".

El paciente acepta la dosis y pide zumo de manzana y música de fondo para acompañarle en su muerte. La Novena Sinfonía de Beethoven es la melodía elegida.

La despedida del matrimonio es uno de los momentos más emotivos. "Te amo muchísimo, corazón. Que tengas un buen viaje, nos vemos pronto", dice Mary Ewert.

Poco después, el respirador artificial del que depende Ewert es desconectado. El paciente se despide exclamando "gracias" y muere ante la cámara.

Polémica emisión

La decisión de Sky de emitir el documental ha levantado una gran polémica en el Reino Unido.

En declaraciones que recoge el portal Sky News, el primer ministro británico, Gordon Brown, ha recordado a los medios de comunicación que tienen "una deuda con el público en general".

Brown también ha manifestado su oposición a la legalización de los suicidios asistidos en Gran Bretaña, pero ha aceptado que se trata de "un asunto de conciencia".

En declaraciones al diario The Independent la esposa de Ewert ha defendido la difusión televisiva del programa porque, en su opinión, ayudará a la gente a "afrontar sus temores" sobre los tabúes de la muerte.

Domenica Roberts, de la 'Alianza Pro Vida', ha afirmado que resulta "triste y peligroso mostrar este tipo de cosas en televisión", pues se envía el mensaje de que la vida de algunas personas "no tiene ningún valor".

La directora de Sky Real Lives, Barbara Gibsob, ha defendido el documental al argumentar que aborda "un asunto que afecta cada vez a más gente", y se trata de un filme "informativo, elocuente y educado".

"Creo que es importante que los medios den más cobertura a este controvertido asunto", ha apuntado Gibson.

El organismo regulador británico de los medios de comunicación, Ofcom, también se ha pronunciado sobre la cuestión y ha adelantado que estudiará el documental para comprobar si contraviene su código de conducta.

El programa se ha difundido un día después de que la Fiscalía del Estado británico anunciara que no emprenderá medidas legales contra los padres de un joven jugador de rugby inglés que falleció este año en una clínica de Dignitas.

Daniel James, de 23 años, decidió acudir a la clínica tras sufrir un accidente durante un partido de rugby que le dejó paralítico.

El suicidio asistido está tipificado como delito en Gran Bretaña y acarrea una pena máxima de catorce años de cárcel. Pese a ello, más de un centenar de ciudadanos británicos han puesto fin a su vida en Dignitas, sin que sus familiares hayan tenido que rendir cuentas ante la Justicia.

El documental ha sido realizado por el director canadiense John Zaritsky, ganador de un Óscar, quien tuvo durante un año acceso exclusivo a la clínica suiza y trató con sus pacientes.