La hermanastra de Alba reproducía con sus muñecas las crueldades que sufría la niña
- La ex pareja del acusado declara que ataban a la niña y le hacían tragar sus vómitos
- La hermanastra imitaba la conducta de los acusados en sus juegos
- Un carpintero dice que observó moratones en el rostro de Alba
- El padre biológico espera que los acusados "se pudran en la cárcel"
En la Audiencia Provincial de Barcelona se ha reanudado este viernes la segunda jornada del juicio contra la madre de la niña maltratada Alba y su compañero sentimental. La pareja está acusada de propinar en marzo de 2006 una paliza a la menor que le dejó en coma y le ha ocasionado graves secuelas.
A lo largo de la jornada está previsto que comparezcan varios testigos. Entre ellos está la ex mujer del padrastro de Alba, cuya hija común, Maite, convivía
con la niña y con los presuntos maltratadores.
Según ha manifestado la mujer ante el tribunal, Maite reproducía con sus muñecas las vejaciones que sufría Alba. "Les precintaba la boca, les daba agua con una jeringuilla, les ataba las manitas y les ponía desnuditas de cara a la pared", ha asegurado.
La ex mujer del acusado ha añadido que, al preguntar a su hija por qué actuaba de esa forma, ella le respondía que "era lo que había visto hacer a su padre con Alba".
Atada a una silla
En su declaración la testigo ha afirmado que Maite le contó que la pareja ataba a Alba a una silla y le hacían tragar sus vómitos. También la sacaban desnuda al balcón como forma de castigo.
El primero en declarar este viernes ha sido un carpintero que había realizado trabajos ocasionales en el domicilio familiar. Este hombre ha señalado que en ocasiones observó moratones en el rostro de Alba.
También ha asegurado ante el tribunal que la familia comía habitualmente en un bar, aunque la niña se sentaba con el hijo de dueño del establecimiento en una mesa distinta.
Según el carpintero, la pareja no se preocupaba de si la niña comía o no, a pesar de que sufría desnutrición.
Montserrat Domenech, directora del colegio al que asistía Alba, también ha prestado declaración y ha manifestado que a la menor "le faltaba atención" por parte de sus progenitores.
El padre espera "que se pudran en la cárcel"
Antes de que comenzara la sesión de este viernes el padre biológico de la niña, Álvaro Caldas, ha declarado a los medios presentes en la Audiencia de Barcelona que espera que los presuntos maltratadores reciban una condena de "50 años de prisión y 10 sin ver a Alba".
"Quiero preguntarles qué han hecho con mi hija y quiero desearles que se pudran en la cárcel", ha proclamado Caldas, quien ha añadido que la madre de la menor es una "mentirosa compulsiva".
Sobre su ex mujer, ha advertido que "seguirá mintiendo para que todo caiga" sobre el procesado, de cuya culpabilidad no está del todo convencido.
"Tened mucho cuidado con ella", ha dicho sobre la acusada que, según su testimonio, cuando vivían juntos tenía "a la niña desatendida" pero nunca la maltrató.
El padre ha expresado su deseo de que en menos de un año Alba pueda salir del centro médico en el que se encuentra hospitalizada para trasladarse con él a Huesca, donde reside.
Caldas ha reclamado la tutela de Alba y la Generalitat se ha comprometido a concedérsela, según sus palabras. Aunque la agencia EFE, citando fuentes del Departamento de Acción Social, ha difundido que la solicitud no se ha presentado formalmente.
Su intención es que la niña vaya alejándose "poco a poco" de las personas que la cuidan en el centro tutelado para discapacitados en el que reside, con quienes está "muy encariñada".
Álvaro Caldas fue denunciado por la procesada por agredir a Alba en un caso que luego fue archivado. El padre de la menor ha mostrado su "indignación" por el hecho de que los acusados trataran de involucrarlo en la primera del juicio en los malos tratos a la pequeña.
En cuanto al estado de Alba, Caldas dice que se encuentra mejor. "Dice algunas palabras sueltas, como hola, imita sonidos de animales, entiende todo lo que se le dice y hace reír", ha manifestado el padre.
Testimonios contradictorios
En la primera jornada del juicio, que comenzó este jueves, la madre de Alba y su padrastro se contradijeron en sus declaraciones.
Aunque ambos aseguraron que la niña se produjo las lesiones al caerse de la cama, la mujer dijo que se encontraba fuera de la casa cuando tuvieron lugar los hechos mientras su pareja sentimental manifesió que estaban en el salón.
La Generalitat y la fiscalía piden 19 años de cárcel para la madre y 26 para su padrastro, además de una indemnización de 1,5 millones de euros por las graves secuelas que le han dejado las palizas.
Ana María C. y su pareja, Francisco Javier P., han sido acusados de un delito continuado de lesiones, violencia habitual y tratos inhumanos y degradantes.