Roma, en alerta ante el posible desbordamiento del río Tíber
- El alcalde advierte del peligro de estar cerca del río
- Se esperan más lluvias para la semana que viene y el Tíber roza sus límites
Roma continúa en estado de alerta ante el posible desbordamiento del río Tíber, que atraviesa el centro de la capital italiana, debido a las fuertes lluvias que han caído en los últimos días, y algunos edificios han sido ya evacuados ante esta posibilidad.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, explicó que la mayor crecida del agua llegará sobre en las próximas horas, pero tranquilizó a los ciudadanos al asegurar que no se temen desbordamientos en el centro de la ciudad. Mientras, el Tíber y su afluente, el Aniene, ya han causado inundaciones en el norte y sur de la provincia de Roma en áreas no urbanizadas y sin graves consecuencias.
"El peligro parece haber pasado, pero estamos preocupados ante la nueva perturbación atmosférica que llegará el domingo y que durará hasta el martes", explicó el jefe del cuerpo de bomberos de la capital, Antonio Gambardella.
Por su parte, Alemanno ha instado a los ciudadanos a no usar el automóvil si no es estrictamente necesario y a permanecer en sus hogares, sobre todo mañana, cuando se prevé que seguirá lloviendo en la capital. Asimismo, el alcalde ha recomendado no acercarse demasiado a las proximidades del Tíber, después de que romanos y turistas se hayan detenido hoy en los márgenes del río y en los puentes para observar la espectacular crecida.
La atención se concentra en la Isla Tiberina, situada en medio del río y donde se encuentra el hospital Fatebenefratelli, que ha proseguido normalmente su actividad y que comunicó que el nivel del Tíber tendría que subir otros dos metros para entrar en estado de alerta y pensar en posibles evacuaciones.
También algunos puentes que atraviesan el río han sido cortados al tráfico como medida de precaución, lo que está provocando importantes problemas de circulación en el centro de la ciudad.
Dos de los arcos del puente de Sant'Angelo se encuentran parcialmente obstruidos por dos barcazas de las que se utilizan para las excursiones turísticas por el río y que, debido a la crecida, fueron arrastradas por la corriente.