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Los médicos descartan que Alba entrara en coma por un accidente, como declaró su padrastro

  • El padrastro había declarado que la menor entró en coma por una caída desde la cama
  • Una doctora que atendió a Alba dice que en ese caso se habría protegido con los brazos
  • Al desnudar a la niña descubrió moratones que no eran de ese día

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Continúa en Barcelona el juicio contra la madre y el padrastro de Alba

En la Audiencia Provincial de Barcelona ha dado comienzo este lunes la tercera jornada del juicio que se sigue contra la madre y el padrastro de Alba, la niña que sufrió malos tratos que le provocaron importantes secuelas.

En la vista de este lunes han declarado los médicos que atendieron a la menor. Una de las doctoras que asistió a Alba en la ambulancia que la trasladó al Hospital Vall d'Hebron ha descartado que la niña entrara en coma a causa de una caída desde la cama, como declaró el padrastro en la primera jornada del juicio."Creo que las heridas no son compatibles con una caída de la cama porque en ese caso la niña estaría despierta y habría una defensa", ha señalado la doctora a preguntas del abogado defensor.

"Al caerse ellá habría puesto los brazos, se habría defendido de esa caída", ha añadido esta testigo. La médico también ha manifestado que cuando desnudó a la menor se dio cuenta de que tenía moratones que no eran de ese día.

Si bien acabó saliendo del coma profundo un mes más tarde, las lesiones de Alba eran tan graves que los médicos pensaban que la menor se encontraba en muerte cerebral, por lo que comunicaron el fallecimiento de la niña a su madre. Pero no la desconectaron de las máquinas que la mantenían con vida por si la familia decidía donar sus órganos.

Reacción fría e impasible

Los agentes que presenciaron como los médicos informaron de la muerte de Alba a su madre han coincidido en destacar la reacción "impasible, indiferente y fría" de Ana María C. y han afirmado que se durmió tranquilamente cuando la metieron en el calabozo detenida por malos tratos.

Los que más tarde detuvieron a Francisco Javier P.E. --se había ido a duchar-- han dicho que éste "no reaccionó".

Los agentes tomaron la decisión basándose en los dos informes médicos anteriores que indicaban que la niña podía sufrir malos tratos y a que la versión ofrecida por la madre y el padrastro de la menor no era creíble dada la gravedad de las lesiones.

La mujer contó inicialmente que oyó un ruido en la habitación de las niñas y cuando llegaron los dos vieron a la menor tendida en el suelo inconsciente, aunque tras ser detenida cambió su versión y aseguró que ella estaba en la calle con la hija del procesado y que se encontró al procesado con Alba en los brazos cuando subieron después de esperarles 15 minutos.

El padre biológico niega malos tratos

Este lunes también ha declarado Álvaro Caldas, padre biológico de Alba. En su testimonio, Caldas se ha mostrado tranquilo y ha negado que la niña estuviera con él en diciembre de 2005, cuando fue ingresada con fractura de húmero, tal y como había manifestado la madre de la menor..

Caldas ha explicado que el día de la última paliza, en marzo de 2006, fue a Montcada i Reixac a recoger a su hija pero que la acusada, Ana María C., no se presentó.

De hecho, según su testimonio, no veía a la niña desde el 8 de enero porque su ex mujer le había dicho que no podía llevarse a Alba porque estaba enferma. Antes de ese momento Álvaro Caldas no detectó malos tratos en la menor.

El padre ha asegurado que el acusado, Francisco Javier P.E.,  le había amenazado en alguna ocasión para que pagara la pensión a su ex mujer.

Otro de los testigos en prestar declaración ha sido Cristóbal P.E., hermano del padrastro de la niña, quien ha mantenido ante el juez la versión de su familiar, ya que ha asegurado que la niña se cayó de la cama, lo que provocó sus graves heridas.

Sin embargo, ha entrado en una pequeña contradicción ya que el padrastro había declarado que, al oír un ruido, acudieron a la habitación y encontraron a la pequeña en el suelo mientras este testigo ha dicho que fue Maite, la hermanastra de Alba, quien les avisó del accidente.

"Maite me dijo que estaba jugando en la habitación, que Alba estaba en el filo de la cama y ella un poco más atrás; en un momento dado, Alba se cayó y se quedó con los ojos desvanecidos", ha manifestado.

A la mañana siguiente, y por recomendación de una abogada, pidió a la niña que le volviera a contar lo ocurrido para grabarlo "porque podía ser manipulada por la madre" y "ya había mentido antes", ha señalado el testigo.

Cuando su hermano ingresó en prisión preventiva y la madre de Alba quedó en libertad con cargos, Cristóbal P.E. vio a su cuñada salir "una y otra vez por televisión diciendo barbaridades" que no creyó, asegurando que "algo tuvo que haber hecho" su hermano para ser denunciado por malos tratos.

Relacíón pasiva con su hija

En su testimonio, el hermano del acusado ha afirmado que su cuñada mantenía una relación "bastante pasiva" con su hija y que "no la atendía demasiado bien" ya que "no la llevaba limpia y a la hora de comer a la cría le costaba pero tampoco tenía la suficiente paciencia para que comiera".

En relación a los golpes que presentaba Alba, ha señalado que la mujer los atribuyó a un niño que le pegaba en el colegio y a que "era una niña que se caía".

La Generalitat de Cataluña y la Fiscalía han pedido 26 y 19 años de prisión para el padrastro y la madre de Alba, además de una indemnización de 1,5 millones de euros a la menor, que necesitará asistencia de por vida a causa de las graves secuelas que padece, presuntamente provocadas por las palizas que le propinaron los acusados.